La tarde llena de sol y el cielo encendido. El color naranja que inunda el sur de la ciudad donde la cooperativa La Fragata es un punto más en este puerto inacabado. Ruidos de muchachos que se apoderan del espacio en donde la fundación Niños y Jóvenes del futuro debería ser una realidad distinta al barro. Pero no.

Todavía están allí los restos de las paredes derrumbadas. Donde debían un día cualquiera funcionar las aulas de clases. También están las huellas de lo que fue el cerramiento que alguien reemplazó por alambres de púas. Más allá, al fondo, donde el olor del estero se percibe intenso, existen especies de unas casas arrimadas entre sí que otorgan una visión de pobreza por todas partes, tristeza y necesidad.

Pero antes de todo eso en una cancha polvorienta, salpicada de mosquitos, rodeada por montes, lodo y familiares, unos 300 chicos de todos los colores chocan sus canillas contra la pelota, el bendito balón de fútbol salvador.

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Pero lo que esos chicos no saben, o quizás algunos sí, es que el lugar donde ellos sueñan con ser como Aguinaga, Kaviedes, o el Tin Delgado, en cualquier momento puede dejar de existir.

Linda Vidal (48), madre, abogada y profesora, casada con Duffer Alman (ex preparador físico de la selección de fútbol) y propietaria del terreno donde funciona la escuela de fútbol Ecuatoriano Jr., campeón en el 2003 en la categoría Sub 13 del interbarrial que organiza Diario EL UNIVERSO, refiere que no entiende cómo alguien puede atentar contra los niños.

Tal vez la explicación sea que ese es un sector en donde viven los pobres. Linda asegura que tomó posesión del predio hace doce años y legalizó la compra en 1998. Durante ese tiempo rellenó, hizo el cerramiento, construyó una casa para guardianía, creó junto a su esposo la escuela de fútbol y continuó con la construcción de las aulas de clase. No obstante,  Linda relata que desconoce las causas por las cuales un grupo de policías municipales acudió el pasado 21 de enero a derrumbar el cerramiento y las aulas de lo que iba a ser la escuela Bertha Nazareno Chila.

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Ikcler Porozo de 30 años y quien habita una de las 22 construcciones asentadas en el terreno, admite que después funcionarios del Municipio le permitieron levantar su casa en el lugar desde aproximadamente mes y medio.

El proyecto de Linda, luego de crear la fundación Niños y Jóvenes del futuro, es construir un centro de educación básica con capacitación deportiva y artesanal, para asistir a 1.500 chicos pobres que tienen muy pocas posibilidades de educarse debido a la falta de dinero. Rescatarlos de la posibilidad -tan real- de caer en la delincuencia, drogas y prostitución infantil.

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Y mientras ella enseña las escrituras donde consta como propietaria, otros vecinos del sector ratifican lo expuesto. Alejandro Díaz (50), quien lleva viviendo 15 años en el solar 15 de la mz. 39, opina que lo sucedido es un abuso, y que los más perjudicados son los niños pobres.

Mariano Baque (46) que habita en el área del proyecto del parque lineal, indica que todavía espera para ser reubicado. “Tengo la casa desbaratada y  espero que no nos ubiquen en este terreno que es de la señora Linda Vidal”. Expresa que trabajó seis años rellenando el lugar.

Durante el diálogo se acerca Kevin Barrezueta, arrastrando sus pequeños 5 años y pateando una pelota de fútbol desinflada, detrás de él viene su padre Johnny (27), le cuida los pasos, en tanto su otro hijo Ariel (7) juega un partido intensamente.

Sus palabras son de protesta. “No nos dan espacio. Nos quitan oportunidades, ser pobre es un problema. Da pena que las cosas sean así”.

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También por ahí se acercan otros pequeños. Andrés Nazareno, Anderson Obregón, Mariano Perlaza, Jesús Quiñónez. Todos ellos con sus caras sucias, zapatos semirrotos, ropa gastada, sonrisa ligera, las ganas enormes de que la vida no les quite las pocas pertenencias que alguna gente, como Linda Vidal, se les antoja regalarles y otros no dejan.