Una división aerotransportada del ejército estadounidense entregó el sábado el control de una importante porción del oeste de Iraq, semillero de la actividad insurgente, a un grupo de infantes de la marina cuyo comandante advirtió que los rebeldes se arrepentirán si continúan su resistencia. 
 
La 1a división de los marines del Campamento Pendleton, de California, tomó el control de la provincia de Anbar, que se extiende desde el oeste de Bagdad hasta la frontera con Siria, Jordania y Arabia Saudí. 
 
La región incluye parte del denominado Triángulo Sunita, que ha sido escenario de los combates guerrilleros más feroces. 
 
Un helicóptero militar estadounidense fue derribado el viernes por un ataque rebelde en la región, pero no hubo heridos, dijeron fuentes del ejército el sábado. 
 
Desde que la 82da división aerotransportada asumió el control de Anbar y algunas áreas ubicadas al sur de Bagdad, en septiembre pasado, fallecieron 68 de sus soldados y otros 500 resultaron lesionados, dijo el comandante de la división, mayor general Charles H. Swannack Jr. 
 
No aclaró cuántos habían muerto en combates. 
 
El comandante de los marines, el mayor general James Mattis esbozó su estrategia en la ceremonia en que la que su unidad tomó el control de la región. 
 
Esperamos ser los mejores amigos de los iraquíes que intentan recuperar su país juntos, y para aquellos que quieren combatir, para los combatientes extranjeros y para la gente de regímenes externos, se arrepentirán. Vamos a tratarlos de manera muy tosca, sostuvo. 
 
Los marines comenzaron a llegar a Anbar en las últimas dos semanas. El miércoles, los insurgentes mataron a dos marines en la región, pero Mattis dijo que eso no afectará la moral de su tropa. 
 
Si ellos quieren luchar, vamos a luchar, sostuvo. 
 
Antes de llegar a Iraq, los marines recibieron instrucciones de cómo comportarse educadamente, con sonrisas, saludando con las manos, sacándose los anteojos de sol y alejando las armas cuando conversan con los residentes locales. 
 
También se les enseñó a no ofrecer su mano izquierda para saludar y a mantenerse alejados de las mujeres iraquíes.