Representan el ciento por ciento del “trigo” comprado a ese país; lo que hacen las molineras, es molerlo y convertirlo en harina.

El jabón de lavar, el de tocador y los detergentes que utilizan los ecuatorianos, provienen y son el resultado de combinaciones químicas, materias primas traídas del país del norte; incluso, otras grasas, fuera de su suelo, pertenecen a industriales de capitales americanos; las jabonerías lo que hacen es procesarlos: igual los aceites vegetales, y ni hablar de las avenas y otros productos de marcas americanas.

Sin embargo, estas industrias han sido y son grandes fuentes de trabajo, de ahí la importancia de que las nuevas aspiraciones del TLC, no abarquen importaciones de productos terminados, que ya se producen aquí y que por el contrario se eliminen y rebajen impuestos, aranceles, que permitan que nuestros productos sean vendibles en el exterior.

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Corolario, vale la pena recordar a doña Clara Bruno de Piana, pionera de la extracción de aceites vegetales a partir de semillas oleaginosas ecuatorianas, que incentivó su siembra, repartió semillas y se entusiasmaba en los “días de campo”; pero nuestros agricultores, soslayando ese entusiasmo, eligió sembrar arroz, en cambio, hoy se ha designado para discutir tan delicado tema a personas neófitas.

Ing. Carlos R. Saavedra Idrovo
Guayaquil