Recurrentemente leemos o escuchamos noticias de que en el Registro Civil no hay atención por falta de material. Es insólito que una dependencia de tanta importancia para el desenvolvimiento y desarrollo del país sufra esa falencia.

Lo raro es que nadie ha hecho correctivos durante años y lo único que se ha propuesto es pretender dar en conseción este servicio, lo que equivaldría a facilitar la fuente de información o el registro personal de todos los ciudadanos a una empresa extranjera, que bien podría hacer uso o mal uso en detrimento de la economía ecuatoriana.

Sería conveniente que se implementen varias ventanillas “rápidas” o “especiales” a las que recurrirán con toda libertad quienes necesitan la respectiva documentación de manera urgente, y se les cobraría lo mismo que cobran los tramitadores.

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Los dineros extras que genere este servicio servirían para pagar la compra del material de manera más efectiva y los usuarios que forman la fila no esperarán varios días en vano por falta del mismo.

Con esto no quiero estimular la subida del precio de los documentos y menos aún decir que existen ciudadanos de dos clases en el Ecuador, sino que hay que hacer algo para mejorar este servicio, que no vuelva a faltar material y que se note una real y disciplinada organización al momento de obtener el documento.

César Antonio Jijón Sánchez
Guayaquil

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