El nuevo técnico azul dejó fuera al argentino Rubén Darío Ferrer.

Juan Ramón Silva es de esos hombres que solo sonríen cuando hay motivos y que fruncen el ceño si es que algo no les agrada. Sencillamente con él la hipocresía no juega. Por eso ayer, cuando llegó al polideportivo de Los Samanes, lo primero que expresó fue: En Emelec las puertas están abiertas para la llegada de algunos y la salida de otros.

Lo dijo con firmeza. Lo dijo porque siente que su cuarta vez en Emelec es otro desafío en su vida profesional, en la que acumula una semifinal de Copa Libertadores de América con el club azul, al que además defendió como jugador.

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También se expresó así porque cree que en Emelec hay jugadores que no están en condiciones de defenderlo y, lamentablemente, deben irse. En su primer diálogo con la prensa, tras su presentación, dijo que eran unos dos o tres y prefirió no mencionar sus nombres hasta no hacérselo saber a ellos. Pero cuando terminó la práctica matinal se supo que el primero en irse era el argentino Rubén Darío Ferrer, el tercer mejor goleador del último torneo local con Técnico Universitario. Otros dos: Héctor Carabalí y Cristian Bottero están en observación.

Ferrer, quien padece una vieja lesión de ligamentos y por eso firmó un contrato especial con los millonarios, se marchó con una bronca que aspira sacársela con goles –en el 2004 aún no ha concretado– defendiendo a otro club.

Silva ha sido tan sincero que cuando –en su presentación– se dirigió al plantel le dijo que él sabía que todos los cambios de técnicos son tristes, porque siempre sus protagonistas se encariñan. Pero hoy Emelec inicia otra etapa. Y él quiere trabajo y entrega para alcanzar los objetivos que se ha trazado.

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Por ahora, hasta conocer bien la situación de la plantilla, el charrúa observará y charlará. Su intención es adentrarse en sus hombres hasta que sepan lo que pretende y se encaminen hacia su idea futbolística.

Para comenzar a hacer camino rumbo a un nuevo título para Emelec, Silva formará un cuerpo técnico con su compatriota Jorge Hernández, como preparador físico. Y también quiere contar con Álex Cevallos, como preparador de arqueros. Pero el presidente del club, Jorge Arosemena, expresó que el ex portero  no estaba en planes de la dirigencia.

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Arosemena tampoco quiere que el DT permita la vuelta del volante de contención Jaime Caicedo, quien fue cedido por la dirigencia eléctrica al Audaz Octubrino. Pero el entrenador dijo: Caicedo se va a quedar.
Otro jugador que el uruguayo quiere en su equipo es Augusto Poroso. Él espera conversar con la dirigencia y que su tema se solucione porque lo necesita.

Un hombre que sí no está en sus planes, pero que ha rondado los entrenamientos millonarios en los últimos días es Christian Valencia. El goleador no encaja en el plantel azul, porque el técnico necesita de más experiencia, la que tendrá con el colombiano Hamilton Ricard, quien está habilitado.

También quiere un hombre diferente a José Aguirre y Leonardo Borja para marcar la banda izquierda.

Por ese sector irá Franklin Corozo, hasta hoy lateral derecho. Al que sí ratificó en la zona media, al menos en la práctica de ayer, fue a Christian Noboa, a quien llevó a primera el ex técnico azul, Néstor Óscar Craviotto.

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Así es como el uruguayo Silva inicia otra etapa en Emelec, club en el que hará varios cambios porque no quiere tener que enfrentar al fracaso.