Los funcionarios monetarios europeos están cada vez más preocupados por el pesimismo de los consumidores y los tropezones de la recuperación de la economía global.
 
Por eso, una mayor debilidad económica podría poner de vuelta el recorte de las tasas de interés de la zona del euro en la agenda de los próximos meses.
 
Los funcionarios del Banco Central Europeo (BCE) han repetido constantemente su convicción de que las tasas de interés de la entidad, en el 2 por ciento, son las "apropiadas" y que no se interponen en el camino de la recuperación.
 
Pero un banquero central de la zona euro, así como gerentes de fondos y asesores financieros que conversan regularmente con los funcionarios del BCE, dijeron que en las semanas recientes hubo un ligero cambio en lo que piensa el banco, en la línea de extremar las precauciones.
 
Las autoridades son en general renuentes a determinar un recorte de tasas, que sOlo podría ocurrir dentro de algunos meses. Algunos inversionistas están trazando un horizonte para junio o septiembre, lo que se reflejó en los movimientos del mercado de futuros financieros.
 
Los funcionarios del BCE deberían ver evidencia firme de que la recuperación está en peligro antes de bajar el costo del crédito, que ya es muy barato.
 
"El crecimiento debería descelerarse drásticamente para que ellos admitan que están equivocados", dijo una fuente financiera que conversa regularmente con el BCE. Más aún, el BCE se ha dado espacio a sí mismo para sostener las tasas, a través de proyecciones de crecimiento conservadoras.
 
Pero varios asesores financieros dijeron que su lectura de las discusiones con funcionarios del BCE señalan que el banco central podría optar por una baja de medio punto porcentual hasta ubicar las tasas a 1,5 por ciento, para acrecentar al máximo el impacto, en caso de decidir que es necesario.
 
Los funcionarios del BCE han alzado algunas eventuales banderas de alerta.
 
El último fue el miembro del Comité Ejecutivo, Otmar Issing. "Es difícil imaginar un crecimiento fuerte y sustentable de la zona del euro sin una clara recuperación del consumo", dijo en una entrevista publicada el lunes.
 
Durante todo el año el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ha pedido a los consumidores que dejen de lado las precauciones y aumenten el gasto.
 
Pero los comentarios de Issing fueron más cautelosos y destacaron un punto de la conferencia de prensa que dio Trichet hace 12 días, que no había recibido mucha atención.
 
Después de que el BCE decidiera mantener las tasas en sus niveles actuales el 4 de marzo, Trichet señaló dos riesgos, el consumo privado y los desequilibrios mundiales. Antes de eso, el BCE sólo había citado el riesgo de los desequilibrios económicos mundiales.