Mientras en las Fuerzas Armadas prevalecen el espíritu de cuerpo, aun en situaciones apremiantes y contradictorias, en el Congreso Nacional, con un dígito de excepciones, predominan el sectarismo agresivo, las ficciones pendencieras y la discordia temeraria.
El desprecio y traición a la “solidaridad parlamentaria” en debates que conciernen a la seguridad del Estado, rubrican un peligro social.
En cuanto a la inmunidad parlamentaria del diputado Haro, les sacudió la tembladera, enmudecieron y traicionaron a sus propios derechos constitucionales.
Publicidad
M. Hugo Puente Jaramillo
Quito