Jacqueline Rivera (Machala, 31 años) tomó el tren a las 07h40 desde la estación Entrevías el jueves pasado. No se acuerda de casi nada, lo único que recuerda es la ambulancia que la llevó al hospital 12 de Octubre. “¿Qué pasó? ¿Qué hago aquí?”, preguntó. “Hubo un atentado en el tren ¿se acuerda?”, le dijeron los paramédicos. Imágenes borrosas vienen a su mente. “Me dolía el cuerpo, escuchaba voces. Cuando me desperté creí que estaba soñando. Me cogieron tres personas y me pusieron al lado de otra. Estaban haciendo fila y me arrimé a otra persona porque no podía abrir los ojos y el señor me dijo que no lo tocara porque le dolía el brazo. Me pusieron en una camilla y me trajeron aquí”.

Jacqueline se dirigía a Nuevos Ministerios a trabajar por 600 euros al mes durante doce horas diarias. Llegó a Madrid hace dos años con su hija de 7  porque su familia ya estaba instalada en España.

“No me acuerdo si iba leyendo, llevaba un libro y lo saqué para leerlo. Me daba miedo abrir los ojos porque me dolía el lado derecho de la cara”. Unas incrustaciones de acero penetraron en su rostro y el ojo derecho. Las astillas de metal están esparcidas en sus piernas. “Me dijeron que tenía metralleta, me sacaron unas cosas del ojo porque me dijeron que lo iban a virar. No sentía casi nada. Estaba inconsciente”, relata.

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Quedó un poco sorda por las explosiones del tren, pero ahora escucha mejor. Indica que durante dos noches se ha levantado sobresaltada y que recién ayer vio las imágenes en la televisión y se puso a llorar. “Para mí es como volver a nacer. Estoy viva y completa y aprovecharé esta oportunidad que Dios me ha dado para estar con mi hija, cambiar de trabajo y volver a estudiar”.

Jacqueline aprobó tres años de Psicología en la Universidad Técnica de Machala, pero cuando quiso retomar los estudios en Madrid no lo hizo por falta de papeles.
Ha escuchado que le darán doble nacionalidad y está feliz por eso. “¿Regresas a Ecuador? Pregunto- ¿Para qué? Si en Ecuador nos dieran oportunidades nadie de nosotros estuviéramos aquí pasando necesidades, siendo humillados”. Su jefe le dijo que la esperará a que se cure, pero ya con los papeles en regla ella buscará otro trabajo. (SC)