Sitios abandonados, ocupados por locales comerciales, semidestruidos, unos con habitantes, otros arreglados con toques modernos e incluso uno que no existe son parte de las características de la situación actual de la mayoría de los 89 inmuebles considerados como patrimonio cultural de Guayaquil.

En un recorrido realizado por este Diario, se constató el estado en el que se encuentran parte de los 89 edificios que conforman la lista de patrimonios culturales de Guayaquil. Uno de los edificios ubicados en el sector de la Bahía, el de Eloy Alfaro y Alberto Reyna, tiene sus tres pisos ocupados por locales comerciales.

En la misma calle está la iglesia San Alejo, de la Arquidiócesis de Guayaquil, pero su fachada está descuidada. También hay casos donde las disposiciones del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural no se están cumpliendo, como sucede con el inmueble de Imbabura 232 entre Panamá y Rocafuerte, que ha sido remodelado, pero se construyó un piso sin respetar la condición de mantener la arquitectura del lugar.

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También hay extremos. En las calles Pichincha 718 entre Diez de Agosto y Sucre (dirección que aparece en la lista del patrimonio), la casa no existe y en la nómina se hace la observación: “no hay casa”. En el sitio solo se halla un canchón que sirve como parqueadero.  Otros están abandonados. Eso pasa con el inmueble de Rocafuerte 622 y Mendiburo, del Cuerpo de Bomberos.

Sobre el cementerio general, según la versión proporcionada por la Dirección Regional de Patrimonio Cultural, aún se gestiona el inicio de la restauración y mantenimiento, pero necesita una ordenanza municipal que no ha sido expedida todavía sobre patrimonios.