La cinta del australiano Mel Gibson, La pasión de Cristo, continúa generando reacciones en algunos países latinoamericanos, a pesar de que en ellos aún no se estrena.

El cardenal peruano y arzobispo de Lima, Juan Luis  Cipriani, dijo que “nadie puede ser el mismo después de ver ese filme”, tras asistir en Lima a una función privada  la noche del jueves anterior. Cipriani, primer cardenal del Opus Dei en el mundo, alabó el realismo de la película “que es perfectamente fiel a lo que dice el Evangelio”, citado por la  Agencia Católica de Información (ACI).

Descartó que la cinta de Gibson sea violenta o antisemita al aludir a la  polémica internacional sobre el tema debido a supuestos excesos de escenas de  violencia y acusaciones de alentar el odio contra los judíos. “Honestamente hay producciones infinitamente más violentas, escabrosas y con mala intención. Aquí hay un realismo en las imágenes pero no podemos decir que  es violenta, porque la intencionalidad es mostrar una muerte por amor”, acotó.

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“No he visto en los diálogos, ni en alguna imagen que se quisiera resaltar  un odio a los judíos. Cristo que muere por la humanidad convoca al perdón, a la  reconciliación”, subrayó. El cardenal peruano recomendó “vivamente” a sacerdotes y creyentes o ateos ver la película, que se estrenará en el circuito comercial de Perú durante la  segunda quincena de marzo.

Censurada en México
El gobierno mexicano censuró con clasificación C  (mayores de 18 años) a la cinta  de Gibson –por  estrenarse el próximo viernes 19– a pesar de la aprobación eclesiástica, lo que generó  molestia entre la crítica especializada y la empresa distribuidora.

“Es lamentable que en México nos hayan dado esta clasificación. En  Argentina la puede ver gente de 16 años, en Bolivia y Brasil a los 14 años, en  Estados Unidos la han visto en cines millones de adolescentes, pero aquí no la  pueden ver menores de 18 años”, dijo  Juan Carlos Lazo, director de mercadotecnia de la 20th. Century Fox.

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“Esto puede provocar que la gente recurra a la piratería. No existe una conciencia real del daño de  la industria y los adolescentes si la quieren ver”, agregó.

“Reconozco que la película no es para niños porque es muy fuerte en  términos de violencia, pero un joven de 14 o 16 sí tiene el criterio para  verla”, concluyó el director de  mercadotecnia de la 20th. Century Fox.