El asunto del civismo es complejo, pero necesario para nuestra República. El civismo es permitir que por nuestras venas corra el sentimiento de amor patrio, el cual no solo implica respetar las normas legales establecidas en la Constitución, sino también luchar por la superación de esas leyes; es decir, regenerar todos los días la situación nacional para vivir en un ambiente mejor. Pero no solo hay que pensar que el civismo es para una época o una temporada, el sentimiento de amor a la tierra debe ser eterno, y debemos reflexionar sobre la importancia de “resucitarlo”.  Hay que  revisar la Historia junto a las demás Ciencias Sociales como la Geografía que prácticamente están siendo olvidadas por nuestros colegiales y universitarios. Los jóvenes jugamos un gran papel en esta situación ya que debemos transmitir los sagrados valores patrios en la difícil lucha cívica, para recuperar la identidad, la historia y hermandad de nuestro pueblo ecuatoriano.
Juan Pablo Pérez Tomalá
Guayaquil