La esposa de Gómez dijo  que los fiscales Pérez y Vanegas fallaron a favor de los agentes policiales.

Una mueca de indignación se dibujó ayer en el rostro de María Dolores Guerra al conocer que el fiscal Carlos Pérez Asencio no acusó al ex agente Érick Salinas Monge ni al sargento de Policía, Sergio Gaibor Bósquez, como responsables de la supuesta desaparición de su esposo, Johnny Gómez Balda.

Gómez Balda, César Augusto Mata Valenzuela y Erwin Vivar Palma presuntamente desaparecieron luego del tiroteo del pasado 19 de noviembre en la farmacia Fybeca de la Alborada, en el que fallecieron seis personas con antecedentes delictivos y dos inocentes (el cliente Carlos Andrade Almeida y el mensajero de Fybeca, Guime Córdova Encalada), al frustrar un supuesto asalto, según el informe de la Policía.

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“¡No puede ser!”, exclamó la cónyuge del desaparecido, mientras llevaba sus manos al rostro. “Es injusto ese dictamen. Son dos golpes que he recibido en dos semanas seguidas, parece que los fiscales (Héctor Vanegas y Carlos Pérez Asencio) se pusieron de acuerdo para favorecer a los policías”, lamentó Guerra.

El pasado viernes 5 de marzo, el fiscal Héctor Vanegas entregó al juez suplente Manuel Vélez, del juzgado 2º de lo Penal, su dictamen sobre la causa del presunto robo a la Fybeca. En el documento expuso que hubo robo e imputó como coautores a Seydi Natalia Vélez Falcones (detenida), Erwin Daniel Vivar Palma, César Augusto Mata Valenzuela (a) Dientón, Johnny Gómez Balda y Fabricio Alexander Vinces Menéndez.

Vanegas acusó también a Iván Stalin Mata Valenzuela (hermano de César Mata) como cómplice. Siete días después (12 de marzo) el fiscal Carlos Pérez Asencio, quien investigaba la presunta desaparición de Gómez, Mata y Vivar, dictaminó que no hubo la desaparición que denunciaron Dolores Guerra, esposa de Johnny Gómez, e Iván Mata Valenzuela, hermano de César Mata.

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El fiscal Pérez agregó que “no se demostró que haya existido el delito de plagio que refieren los ministros de la 5ª Sala de la Corte Superior de Guayaquil”, en su resolución dictada el pasado 29 de enero y notificada un día después (30 de enero del 2004).

El dictamen de Pérez Asencio se completa con el argumento de que “tampoco se ha demostrado que Johnny Gómez Balda, César Mata Valenzuela y Erwin Vivar Palma se encuentren desaparecidos ya que más bien existe orden de prisión en contra de ellos”. Concluye el fiscal al señalar: “Consecuentemente me abstengo de acusar a los imputados sargento 2º Sergio Gaibor Bósquez y Érick Salinas Monge”.

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PROCESO
DELITO FLAGRANTE

Felipe Mantilla, entonces ministro de Gobierno, dijo el pasado 22 de noviembre que la actuación del ex agente Érick Salinas “está encuadrada en lo que señala la ley”. “Se trata de un delito flagrante y bajo esos parámetros se puede entender la acción contra el ex agente”.

USO IRRACIONAL DE ARMAS

El informe del inspector general de la Policía, Marcelo Vega, que entregó el pasado 2 de diciembre, refiere que la institución “aceptó que hubo mal procedimiento y uso irracional de la fuerza de las armas” en contra de  inocentes y no inocentes.

ARRESTADOS

El Myr. Eduardo González, según el informe del general Vega Gutiérrez, fue el supuesto responsable del mal procedimiento con que actuó el grupo operativo en Fybeca. Vega dijo que González no pertenecía a ninguna unidad del Comando Guayas, y sin embargo dirigió un operativo. Con González fue arrestado Sergio Gaibor, quien junto a Érick Salinas detuvieron a una persona que luego desapareció.

DETENIDOS POR POLICÍAS

El informe elaborado por Veeduría de la Comisión de Control Cívico de la Corrupción (CCCC), confirmó que Johnny Gómez Balda y César Mata Valenzuela “estuvieron en el lugar de los hechos” y fueron “detenidos por la Policía”. Según esta comisión, el operativo en Fybeca “no fue tal, sino una cita para ejecutar”.