Ahora, un año después de asumir la Gerencia de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD), Wilma Salgado reconoce que su vida no es la misma. “Antes no me ponía joyas”, dice, mostrando en su dedo anular izquierdo un anillo grande de oropel, con una falsa piedra roja.

Ya no piensa en la política como una actividad lejana, a futuro, es una opción que no descarta, aunque no da detalles.

Pregunta: ¿Cómo evalúa su primer año en la AGD?
Respuesta: Es el año más duro de mi vida, pero también el más satisfactorio.

Publicidad

P: ¿Seguirá trabajando con usted Bolívar González (el abogado de coactiva)?
R: Sí. Tiene una capacidad de presionar que usted no tiene idea. Agarra a un deudor y paga porque paga. Conoce a los grupos dominantes desde adentro. No tiene miedo.

P: ¿Quién decide en la AGD, usted o el Dr. González?
R: Yo... al doctor le respeto muchísimo.

P:  El año pasado dijo que confiaba en él en un 150%. ¿Y ahora?
R:  (Risas) En el 200%.

Publicidad

P:  ¿Le ha servido la AGD como plataforma que beneficia su imagen política?
R: Le mentiría si le dijera que no. Es impresionante el cariño de la gente. Me da la impresión de que la sociedad está en busca de caminos distintos.

P: ¿Usted es una opción?
R: Cuando llegué a la AGD dije: o me lanzo o me callo para siempre. Y me lancé. Sería lo mismo en los demás casos.

Publicidad

P:  ¿Qué dignidad le atrae?
R: A mí no me gusta ser subalterna de nadie. En cualquier lugar mantendré mi independencia.

P:  ¿Ha tenido propuestas?
R: Me da risa, porque me han llamado de la Izquierda Democrática, de Pachakutik, los socialistas... Un diputado del Partido Social Cristiano me decía: “Ojalá se haga socialcristiana”. También leí que Rodrigo Paz (posible candidato a alcalde de Quito) busca una candidata que cobre deudas y que sonría. Me pregunté si esa era yo o Elsa de Mena (risas).

P: ¿Le gusta el Congreso?
R: En el noventa fui asesora de Edelberto Bonilla (socialista) y me pareció terrible. Entre diputada y escribir, prefiero escribir.

P:  Y entre escribir y optar por la presidencia?
R:  (Risas)... Dicen que el 82% de la población cree que (el próximo presidente) podría ser una mujer... Pero aunque no descarto, ahora no pienso en eso.

Publicidad