Bo llegó en un vuelo comercial al aeropuerto de la capital de Paraguay, donde su padre, el empresario Eduardo Nicolás Bo, la recogió para trasladarla a una finca de su propiedad alejada de la capital, “para que nadie la moleste”, señaló el periódico.

“El papá le dijo a Gabi –como llaman sus amigos a Gabriela Bo– que aunque Cristian le venga a besar los pies, se olvide de volver con él”, comentó una fuente allegada a la familia, citada por el rotativo paraguayo.

El pasado 5 de marzo, tres días antes del primer año de la boda civil, realizada en Asunción, Castro introdujo una demanda de divorcio en los tribunales de Miami, donde fijó su residencia con Bo.

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El diario Popular destaca que la separación de la pareja era cuestión de tiempo, debido a sus permanentes desavenencias, al parecer, por las frecuentes salidas nocturnas del intérprete. Según el tabloide, Castro decía que tenía un concierto y desaparecía cuatro o cinco días, y mentía, pues Bo lo veía en las páginas de espectáculos de los diarios o en la televisión saliendo de alguna fiesta.

En México
En las ediciones de ayer, la prensa mexicana publicó la copia del pedido de divorcio que presentó Castro.
El matutino Reforma adicionó los comentarios de allegados a la pareja, quienes lamentaron que el artista interpusiera la demanda de separación legal tres días antes del primer aniversario de la boda. También dijeron que desconocían las causas de la separación, pero que sabían de la fama de conquistador del intérprete. Otras fuentes revelaron que las constantes escenas de celos de Bo originaron la decisión de Castro.

En Reforma se indicó, además, que el padre de Gabriela prefirió no comentar sobre el divorcio de su hija.
“No me atrevería a opinar sobre ese tema, realmente no sé lo que pasó, prefiero ser amo de mi silencio y no esclavo de mis palabras”, dijo Bo al matutino.

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El empresario añadió que su hija no había comentado sobre la situación, pero le brindará todo el apoyo.