Las fundaciones son instituciones con fines benéficos, culturales, etcétera, cuyo fin es desarrollar proyectos de obras sociales.

Al no ser auditables, algunas de esas fundaciones se estarían en el país mal creando con fines políticos y prestándose para negociados que no benefician la imagen de una ciudad, y menos una nación.

Si en Ecuador no hay dinero para pagar a los sectores de la salud, educación, ni para proyectos de vivienda popular, ¿de dónde sale tanta plata para las “fundaciones”? Ya que se han creado tantas, que en algunos casos resultan innecesarias, ¿por qué mejor no hacer algunas que busquen la protección de todos los habitantes, por ejemplo que sirvan para controlar los precios de las planillas de luz, agua, teléfono, salud, educación, vivienda, transporte; que financien comedores populares, la búsqueda de empleo, protección para los niños de la calle...?

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Blogo. Diego Romero Crespo
Guayaquil