Desde hace tres años los moradores de la cooperativa Paz y Amor, situada en la urbanización Urdenor, al norte de la ciudad, ven correr frente a las cunetas de sus viviendas las aguas servidas y potable que provienen de la parte alta del cerro de Mapasingue.

Cuando llueve, el agua se desborda y además de inundar la calle, cubre los portales, según lo indicó ayer el pastor evangélico Freddy Loor, quien dirige la iglesia Plenitud de Dios, que está situada en la manzana 118 de esa cooperativa.

Loor señaló que debido a que los terrenos pertenecen a la Junta de Beneficencia y a que aún las familias no han legalizado sus terrenos en el Municipio, no se ha dotado a las viviendas de alcantarillado, ni se ha solucionado la circulación de las aguas que bajan del cerro. “Todos tenemos letrinas”, refirió Loor.