La crisis de precios en el café, que afecta a más de veinte millones de productores, muchos de ellos en América Latina, va a proseguir y no existe "una varita mágica" que permita resolverla, advirtió este jueves el Banco Mundial (BM).
 
El Banco hizo público este jueves un informe, "Mercados del Café: Nuevos Paradigmas en la Oferta y la Demanda Mundial", acerca de las causas y posibles soluciones a largo plazo de la crisis de precios que sufre el grano.
 
Entre las recomendaciones que formula el informe se encuentra la diversificación, tanto hacia la producción de granos especializados de café, como hacia otros sectores.
 
Igualmente, recomienda medidas para reducir los costes de producción entre aquellos cosechadores que opten por continuar adelante con el cultivo de café, y una mejor organización de los productores para distribuir su producto de manera más eficaz.
 
"No existe una varita mágica" para resolver la crisis, declaró el director de Agricultura y Desarrollo Rural del BM, Kevin Cleaver, quien subrayó que "las soluciones a largo plazo yacen en iniciativas dirigidas a una producción y prácticas de mercado sostenible y a un mayor desarrollo rural".
 
La crisis "va a permanecer", agregó Cleaver, quien citó como un obstáculo a la posible diversificación de los productores a los subsidios agrícolas de los países desarrollados, que impiden la competencia con los productos de los países en desarrollo.
 
Entre las causas de la crisis, explica el informe, se encuentra un exceso de oferta y la concentración del sector, que está ocurriendo a muchos niveles, tanto en el tostado como en la distribución y la venta al por menor.
 
Los países productores, apunta el informe, deben ser más ágiles a la hora de crear un clima empresarial favorable para la exportación de los productos.
 
Además, "en la actual situación de mercados liberalizados y la reducción de los apoyos estatales a la agricultura (en los países productores) recaerá cada vez más en los productores y las organizaciones sindicales la tarea de procurarse los servicios necesarios", agrega el documento.
 
La recuperación de los precios, sugiere el informe, si se produce será fruto del carácter cíclico del mercado y sólo temporal, por lo que las soluciones a la crisis "deben afrontar las nuevas realidades del mercado".
 
"La industria del café se está dando cuenta de que la sustentabilidad de los productores del café es imprescindible para su propia sustentabilidad, especialmente a la luz de la creciente concienciación de los consumidores sobre estos asuntos", agrega.
 
Para algunos productores, abandonar el mercado de futuros les permitirá explotar oportunidades que puedan surgir tanto mediante la especialización como la diferenciación de sus productos.
 
Sin embargo, "esta no es una solución para todo el mundo y habrá que tener cuidado en asegurarse de que esos beneficios económicos no se eliminan mediante la superproducción para esos mercados especializados, de carácter limitado".
 
También habrá que tener cuidado en que el producto especializado no pierda prestigio a los ojos de los consumidores por no garantizar a su productor la protección social, económica o medioambiental suficiente.
 
Como consecuencia de la crisis se ha producido un aumento en los índices de pobreza de muchos países.
 
Desde los años setenta, los precios de la variedad robusta de café han caído un 5 por ciento al año y en la variedad arábiga la caída ha sido del 3 por ciento.
 
En el caso de Nicaragua, entre 1998 y 2001 el índice de pobreza ha aumentado en un 2,4 por ciento entre los productores de café, mientras que en el sector rural en general descendió en un 6 por ciento, explica el informe.