El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este jueves que cree posible que el Fondo Monetario Internacional (FMI) atienda su pedido para flexibilizar los acuerdos crediticios que el organismo mantiene con las naciones latinoamericanas.
 
Lula dijo también que para su país es importante que Argentina, que esta semana resolvió diferencias con el FMI, tenga el "mayor éxito económico" ante la estratégica relación entre los dos países, los principales socios de la unión aduanera Mercosur.
 
El presidente brasileño recordó las recientes conversaciones que mantuvo con los líderes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia y España para conseguir apoyo para que el FMI flexibilice el cálculo del superávit primario al que países latinoamericanos, entre ellos Brasil, se han comprometido en sus acuerdos y que limitan los gastos públicos.
 
"Tenemos posibilidades de conseguir ese intento si sabemos convencer a las personas", dijo Lula, al lanzar este jueves un programa para estimular la industria.
 
"Yo creo que tal vez podamos tener la sorpresa de tener esos cambios dentro del FMI, lo que beneficiará a países muy importantes que están en una situación delicada desde el punto de vista de la inversión en infraestructura", señaló.
 
El centroizquierdista presidente brasileño, que necesita impulsar la economía de su país tras una contracción del 0,2% en el 2003, quiere que las inversiones públicas en infraestructura -consideradas clave para el crecimiento económico- no sean contabilizadas como gastos de gobierno.
 
El gobierno brasileño ha dicho que el FMI, al considerar como gastos inversiones de las empresas públicas, estados y municipios, compromete iniciativas en infraestructura en una región que necesita desesperadamente del crecimiento económico.
 
"Pedí que ellos (los líderes de Estados Unidos, Gran Bretaña, Alemania, Francia y España, entre otros) intercedieran (...) para que se cambiara la contabilidad del FMI, para que se permitiera que América Latina tuviese un oportunidad de inversión en infraestructura", dijo el mandatario brasileño.
 
"Sin carreteras, sin vías férreas, sin comunicaciones, sin energía eléctrica, un país no tiene casi ninguna oportunidad de crecer", agregó.   
 
Argentina debe seguir recuperándose
 
Asimismo, Lula indicó que para Brasil resulta fundamental que en la vecina Argentina continúe la recuperación de la economía.
 
"Nosotros los brasileños tenemos que tener todo el interés en que Argentina tenga el mayor éxito, el mas extraordinario éxito en su política económica, por la importancia de la sociedad que nosotros tenemos con Argentina", dijo Lula.
 
El presidente brasileño habló la semana pasada con su colega estadounidense George W. Bush a quien pidió apoyo para cambiar acuerdos de países latinoamericanos con el FMI y también comprensión con Argentina, que mantiene un duro tira y afloje con sus acreedores tras el colapso de su economía a fines del 2001.
 
El gobierno del presidente argentino, Néstor Kirchner, contó con el apoyo de Brasil para resolver un reciente impasse con el FMI, con el que evitó el martes caer en un nuevo incumplimiento de pagos.
 
El gobierno de Lula, que llegó al poder en enero del 2003 bajo una lluvia de dudas sobre su capacidad de manejar la economía brasileña, adoptó duras políticas de control de gastos y elevó las tasas de interés el año pasado para contener la inflación.
 
Por su acuerdo de más de 14.000 millones de dólares con el FMI el país debe alcanzar en el 2004 un superávit primario del sector público equivalente a 4,25% del Producto Interno Bruto (PIB), el mismo que en el 2003.
 
La falta de crecimiento del país ha disparado críticas a la política económica del gobierno brasileño, incluso desde el Partido de los Trabajadores (PT) de Lula.