En una de las ventanillas de la mencionada entidad, una señorita me trató mal en la obtención del RUC (Registro Único de Contribuyentes) para una persona jurídica.

Pero no solo fue el mal genio de esa “servidora” pública que debí aguantar, sino su desconocimiento en elementales cuestiones jurídicas, que obviamente debería conocer todo empleado del SRI.

Cuando le solicité a esa persona la base legal por la cual rechazaba los documentos que yo estaba presentando, lo único que me respondió fue: “Tiene que cambiarlos”.

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Lamentablemente la supervisora de aquella sabía menos de derecho, por lo cual fue menester que yo comenzara nuevamente a realizar el tedioso trámite.

Me pregunto entonces: ¿De qué sirven las buenas instalaciones, mejorar las leyes e ingresos, si lo más importante, los recursos humanos, son de esa calidad?

Ricardo Flores Gallardo
Guayaquil

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