Representantes de los países en desarrollo reclamaron este martes en Ginebra un proceso más transparente y democrático en la elección del nuevo director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y poner fin al tradicional sistema de reparto por el cual ese cargo se reserva exclusivamente a un europeo.
 
Al término de una reunión de dos días, los representantes del Grupo de los 24 (G-24) -que agrupa a ocho representantes de países en desarrollo de Latinoamérica, ocho de Asia y ocho de Asia, el presidente de ese organismo-, Ariel Buria, expresó el deseo de cambiar ese procedimiento.
 
"Lo que queremos es un procedimiento más participativo, transparente y democrático que desemboque en conclusiones objetivas acerca de los méritos de los potenciales candidatos y atraiga así a los mejores candidatos independientemente de su nacionalidad", dijo el representante del G-24 acerca de la elección del nuevo directivo del FMI.
 
Tras el anuncio de la dimisión de Koehler, que aspira a la presidencia de la República Federal de Alemania, varios candidatos han sido propuestos para su sucesión, entre ellos los ministros de Economía de España, Rodrigo Rato, y del Reino Unido, Gordon Brown.
 
"Sería abusivo considerar que sólo hay personas cualificadas para esos cargos en los países europeos", comentó Buria quien reconoció que tanto Rato como Brown, "por ser buenos candidatos deberían ser capaces de afrontar el escrutinio y la competencia" frente a otros de países en desarrollo.
 
Precisó que para ser elegido al frente de una empresa o un gobierno lo primero que hay que hacer mostrar "su programa y sus objetivos" para que quienes deciden "voten a favor o en contra".
 
"Lo que no queremos es una negociación secreta en una habitación llena de humo entre media docena de representantes europeos que excluyan al resto del mundo", añadió Buria.
 
Agregó que "hay también personas con experiencia y cualificación que han sido gobernadores, ministros o incluso jefes de Estado en cierto número de países en desarrollo" para ocupar ese cargo, entre los que citó varias personalidades de la India, Brasil o incluso el propio ex presidente de México Ernesto Zedillo.
 
El representante del G-24 ante las instituciones financieras internacionales abogó por una elección en la que "nadie pueda ser discriminado en base a su nacionalidad, su color, su raza o cualquier otro asunto".
 
Recordó que los países en desarrollo son los únicos clientes del FMI y del Banco Mundial (BM), por lo que opinó que convendría que sus dirigentes fueran personas de esos países con "experiencia" y conocimiento sobre las necesidades de esos Estados que representan 160 de los 184 miembros.
 
Subrayó que la elección de Koehler fue "controvertida" y precisó que un informe de un grupo de trabajo del FMI publicado en abril de 2001 concluía que "la pluralidad de los candidatos que representen la diversidad de los miembros de las regiones, sería en el mejor interés del Fondo".
 
Buria indicó que cuando en 1944-1945 se crearon esas instituciones en la conferencia de Bretton Woods (EE.UU.), los recursos de ambos eran "el equivalente al 58% del comercio mundial" mientras que "ahora sólo son de poco más del 3% del comercio mundial" lo que supone una "dramática reducción".
 
En ese sentido, indicó que "el monto de los fondos o recursos que el Fondo puede atribuir a un determinado país tienden a ser menores y, en consecuencia, el ajuste tiende a ser más grave y estrecho, políticamente mas difícil y económicamente más grave" para los países en desarrollo.
 
Para el representante del G-24, "parte del problema viene del hecho que los países que controlan no utilizan los recursos del Fondo y no quieren contribuir con dinero para aumentar la cuotas", mientras que "los países que utilizan los recursos y están en posición de contribuir no están permitidos, lo que implica que la institución está insuficientemente financiada".
 
"Tenemos que reformar la estructura de cuotas, el sistema de votación y también la gestión", comentó Buria y consideró que "el director gerente tiene enorme poder".