La Congregación para los Obispos de la Santa Sede ha procedido a la elaboración de un "Directorio" o conjunto de normas para la actuación pastoral de los titulares de diócesis de la Iglesia y que renueva al anterior, de 1973.
 
El Vaticano hizo público hoy un avance de ese texto, que es resultado de la decisión del Sínodo de Obispos celebrado en octubre de 2001 de actualizar el existente, que ha cumplido ya 31 años.
 
El Directorio es "fundamentalmente pastoral y práctico y es un instrumento dirigido a ayudar a los obispos a desarrollar su complejo servicio eclesiástico en respuesta a las exigencias de la Iglesia y de la sociedad de hoy, caracterizada por desafíos y problemas nuevos", según la nota de la Santa Sede.
 
A lo largo de trescientas páginas, el documento recoge puntos como las virtudes teologales y humanas que debe tener el obispo, como prudencia, humanidad, castidad, bondad, sinceridad, capacidad de escuchar y dialogar y un corazón abierto a todos.
 
Los principios que deben guiar la misión pastoral del obispo son "la verdad, la colaboración, respeto a las competencias, la justicia, la legalidad y ser la persona justa en el puesto justo".
 
El Directorio establece que el obispo es responsable de la evangelización y la catequesis, debe subrayar la liturgia como elemento central de la vida de la diócesis y ha de mantener el espíritu de vigilancia en el desarrollo de la vida diocesana.
 
El documento redactado por la Congregación vaticana sugiere orientaciones en ámbitos como la familia, los jóvenes, los inmigrantes, la acción en favor de la justicia y la paz, el ejercicio de la caridad, el voluntariado y la solidaridad entre Iglesias.
 
Un capítulo nuevo, según el avance difundido por la Santa Sede, es el relativo a la espiritualidad y la formación permanente del obispo y la obligación que tiene de "tener un camino hacia la santidad en caridad pastoral".