Terencio, uno de los personajes de la comedia romana del siglo II aC., dijo:  “Homo sum,  humani nihil alienum” (Soy humano y nada de lo humano me es ajeno). Lucho Mueckay,  director  del Centro Cultural Sarao, tradujo este concepto al  movimiento. Utilizó a los miembros de su colectivo para que sus cuerpos hablaran  sobre la violencia y renegaran de ella, a través de un concierto de  danza contemporánea denominado Civilizatoria.

El viernes último fue el  estreno del espectáculo.Al día siguiente, el sábado, no asistió mucha gente, pero esto no impidió que los bailarines entregaran  un trabajo impecable, digno de ser reconocido dentro de las líneas del arte alternativo.

Para abrir la noche se exhibió un video que recoge la trayectoria, de más de 15 años, de esta agrupación artística: sus obras teatrales,  sus coreografías más representativas y su evolución, por medio de una ágil secuencia de imágenes.

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Tras la proyección  de la cinta  apareció en escena Se nos fue la mano,  una obra de 15 minutos de duración en donde los personajes se desenvuelven en un circuito de agresiones: cada persona que agrede tiene sobre su espalda a un agresor. 

La pieza actúa como denuncia. A través del empleo de la sátira  plantea que  la jerarquía es una determinante en las acciones, en el sufrimiento. Recrea cómo esto se produce en las distintas instancias de poder:  desde el círculo más pequeño en el que los actores son padres e hijos,  hasta en el mayor de los círculos, que integra a los  políticos y al pueblo. Al final, el caos se rompe cuando  uno de los personajes decide huir.

Lo siguiente que estuvo en el escenario fue Tiempos de aceitunas, una obra creada en 1992, reestrenada el año anterior y presentada nuevamente “por la vigencia que tiene,  porque es necesario ser reiterativo en el tema de la violencia para tomar conciencia”,  parafraseando a Mueckay. Son  35 minutos de sensaciones fuertes,  de efectos visuales producidos por  los danzarines a través de sus coreografías,  de sus vestimentas. Además,   la música  del grupo Enigma  da la intensidad necesaria  a la historia que plantea cómo   un mundo devastado después de la guerra  logra encauzarse hacia la  luz, como símbolo de esperanza.  
El viernes y sábado siguiente,  a las 21h00, también   habrá funciones de Civilizatoria  en Sarao (Kennedy vieja, Primera Oeste 313 y Av. del Periodista). Boletos:  $ 5.

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