Sus voces se perdían entre el ensordecedor clamor de los hinchas, aplausos y cánticos. Los 22 futbolistas, protagonistas del clásico del astillero, no solo corren dándole puntapiés a un balón, ellos le dan rienda suelta a su vocabulario.

“¡Qué te pasa!”, le dijo el brasileño Rodrigo Teixeira al defensa argentino Juan Azconzábal, mientras la mirada del jugador torero transmitía furia y enojo, por recibir un golpe de su rival.

“Hey, García, vamos, voltéate”, gritó José Francisco Cevallos. El portero de Barcelona quería entregarle el esférico al joven lateral David García. Desde la tribuna se lo aprecia callado, parecería que no supiera hablar, pero en la cancha Moisés Candelario gesticula, anima a sus compañeros, impone orden. “Cáele, no lo dejes salir”, le indicaba Candela, como lo conocen a Candelario, al argentino Rubén Darío Ferrer.

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Nuevamente, Azconzábal y Teixeira, minutos antes que culminara el primer tiempo. Ambos aprovecharon un tiro de esquina para intercambiar insultos. Geovanny Caicedo intervino, copió la frase y con un “qué te pasa”, le reclamó al zaguero.

Con angustia, José Aguirre exclamó: “Hey, quién coge esta marca. Miren, quién agarra acá”. Se refería al debutante José Tenorio. No todo es rivalidad y fricciones en el clásico del astillero.  Aguirre y Teixeira conversaron y compartieron un poco de agua. Con el pitazo del árbitro se callaron las voces y la cancha quedó vacía.