El Consejo de Gobierno de Iraq suscribió una histórica constitución interina este lunes, luego de resolverse un obstáculo presentado por las objeciones del más poderoso dirigente religioso del país. El acto es un plazo clave para los planes estadounidenses de entregar el control del país a los iraquíes para el 1 de julio. 
 
Ante un público formado por prominentes funcionarios civiles y militares de Iraq y Estados Unidos, entre ellos el principal administrador del país, L. Paul Bremer, los 25 miembros del consejo suscribieron el documento sobre un escritorio que fuera propiedad del rey Faisal I, primer monarca de Iraq. 
 
El presidente del Consejo, Mohammed Bahr al-Ulloum, calificó la firma como "un momento histórico, determinante para la historia de Iraq". 
 
"No hay duda alguna de que este documento fortalecerá la unidad de Iraq en una forma nunca antes vista", dijo Massoud Barzani, un dirigente curdo dentro del consejo.   Esta es la primera vez en que los curdos sentimos que somos ciudadanos de Iraq. 
 
La firma se realiza nueve días después del cumplimiento de un plazo contemplado por Estados Unidos. El retraso fue causado por un período de luto luego de mortales ataques contra mezquitas chiítas, así como desacuerdos dentro del Consejo, instalado por los norteamericanos. El retraso, sin embargo, permitió fortalecer las relaciones entre sunitas, chiítas y curdos, además de señalar el poderío del clero chiíta. 
 
La constitución, que incluye una declaración de derechos de 13 apartados, señala al islam como una de las bases del sistema judicial y define la composición del parlamento y la presidencia, así como la conversión del país en una federación. El documento estará vigente hasta que una constitución permanente sea aprobada por un referendo nacional planeado para el 2005. 
 
Cerca de una hora antes de la ceremonia, insurgentes dispararon morteros contra dos estaciones de policía en el centro de Bagdad, dejando cuatro heridos, entre ellos un uniformado, dijeron funcionarios iraquíes.