La propiedad de catorce marcas de la fábrica La Universal aún no se determina. La disputa por estos nombres comerciales se reactivó esta semana,  cuando la Inspectoría de Trabajo del Guayas decidió levantar el embargo que se realizó sobre estas en julio del año pasado.

Los ex trabajadores y jubilados de la empresa que está cerrada comenzaron a interponer recursos de nulidad y aclaración para impedir que la medida se ejecute, pues de ser así se confirmará que estas marcas pertenecen a Filanbanco, que se las adjudicó en el remate que se hizo el 16 de diciembre del 2003.

Los nombres que están en litigio son: Manicho, Huevitos, Chocolate Superior La Universal, Cocoa La Universal, Osito Blanco, Osito Negro, Palito, Zumo, entre otros. La deuda con los ex empleados y jubilados es de 8,3 millones de dólares y con Filanbanco de 25 millones de dólares.

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La disputa de los ex trabajadores también se mantiene con el fideicomiso La Universal, constituido a favor de la compañía Ceramix S.A. y José Luis Suárez Arosemena, a quienes les debe la fábrica. Estos reclaman la propiedad de las marcas Yum Yum, Okey, Croquetas y Pectol.

Los ex trabajadores de la fábrica planean entregar mañana una carta al presidente de la República, Lucio Gutiérrez, solicitándole que intervenga en el caso. El viernes pasado, Tito Palma, representante de los ex trabajadores, acudió a la Comisión de Control Cívico de la Corrupción (CCCC) para que investigue el caso. Cuando La Universal dejó de operar en la planta ubicada en Guayaquil, también dejó deudas pendientes con sus proveedores.