De todo cuanto podamos referirnos últimamente por la bonita cara que presenta la ciudad regenerada como una gran metrópoli, igual o mejor que muchas de los países desarrollados, contrasta con el aspecto deprimente del Registro Civil del sur, donde se refleja el atraso. Es afrenta para la ciudad que se siga manteniendo un lugar como una feria libre, sin tecnificación y orden que debe tener el centro de información de la vida de ciudadanos. Cambios estructurales hay que hacer para evitar el caos originado por la desidia de las autoridades gubernamentales. Es imperativa la concesión de este servicio, a fin de que se lo tecnifique y despolitice para que la ciudadanía pueda tener comodidades  en un lugar adecuado, y exigir los servicios que la entidad deba prestarle en el menor tiempo posible, sin trabas ni intermediarios.  Solo así se podrá obtener la eficiencia de un servicio tan vital para la vida democrática y civilizada de nuestro país.

Roberto Arce Moreno
Guayaquil
Desde la distancia solo leyendo los titulares de los periódicos acerca de que el Registro Civil se queda sin especies para renovar cédulas, me imagino que esos papeles son importados desde Marte o la Luna. Es que eso ocurre siempre: el Registro Civil se queda sin especies en todas partes del Ecuador. ¿Acaso esa institución no cuenta con personal preparado para proyectar un horizonte más allá de sus ojos, la cantidad de especies que necesitan de acuerdo a la  población ecuatoriana?  Me gustaría leer en un titular de la prensa ecuatoriana: “El Registro Civil fue privatizado y todos los oficiales incompetentes y tramitadores fueron despedidos”.

Jorge Túa
Nueva York, EE.UU.