El próximo domingo en España se elegirá en las urnas al sucesor de José María Aznar.

La puja por ganar la presidencia en España el próximo 14 de marzo empezó oficialmente y los partidos políticos se enfrascan en la campaña electoral que, entre otros temas, invisibiliza el fenómeno migratorio. Las agrupaciones sociales que trabajan con los inmigrantes lo califican de error grave, más aún cuando el 27% de la población de España será extranjera en el 2015.

José Luis Rodríguez Candela, vocal jurídico de Andalucía Acoge, aseguró a Diario EL UNIVERSO que el fenómeno migratorio es invisible en los programas electorales de las dos fuerzas políticas con mayores posibilidades de ganar: Partido Popular (PP) y Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Entonces, se da por descontado que en los mítines el tema pasará –al igual que en los spots televisivos, cuñas radiofónicas, carteles y anuncios en prensa– inadvertido.

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Estas elecciones generales, las novenas legislativas desde la recuperación de la democracia en España, serán el debut de tres nombres para llegar al palacio de La Moncloa: Mariano Rajoy, por el PP; José Luis Rodríguez Zapatero, por el PSOE; y Gaspar Llamazares, por Izquierda Unida (IU). Las tres principales fuerzas políticas gastarán más de 28 millones de euros durante la jornada de proselitismo.

Con la campaña en plena efervescencia los presidenciables trabajan a destajo sobre todo en los actos de masas aunque, según los sondeos, el conservador Rajoy tendría la mayor opción de ganar. En la precampaña hubo cautela a la hora de difundir encuestas, más aún cuando sigue pesando la sombra de los sonoros fracasos de 1993, 1996 y 2000 cuando la mayor parte de aquellos trabajos predijo erróneamente el desenlace de las elecciones. Con todo, ahora los medios de comunicación locales apuestan fuerte por los sondeos.

Así las cosas y con un triunfo de la derecha la situación de los inmigrantes irregularizados cambiaría a peor. Al menos eso aseguró Rodríguez, quien recordó además que el PP está con la actual Ley de Extranjería, que se basa en trabajar exclusivamente con la inmigración regular porque “la irregular no existe” y por ello no le concede ni siquiera el acceso al patrón electoral. “Con ello lo único que se pretende es seguir con la represión y expulsión de los foráneos irregularizados”, dijo.

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Los socialistas van en la misma línea y la única diferencia que podría haber es que el PSOE reclama un pacto de estado en materia migratoria; es decir, que las fuerzas políticas actúen juntas y reconozcan los derechos de los inmigrantes a reunirse, a manifestarse. Solo los comunistas (IU) mantienen una posición abierta al plantear la derogación de la última reforma a la Ley de Extranjería, el respeto a todos los derechos como la inviolabilidad del padrón, mantener una situación más social y no policial como lo planea el PP y el PSOE, acotó el vocal jurídico de Andalucía Acoge.

Reiteró que si los inmigrantes extracomunitarios al menos pudieran votar en las elecciones municipales (las últimas se celebraron el 25 de mayo de 2003) los propios ayuntamientos pedirían que las propuestas de los partidos políticos en materia de migración no fueran restrictivas y, de hecho, la situación social de este colectivo mejoraría. En los 65 mítines (29 del PP, 20 del PSOE y 16 de IU) los temas estrella serán el modelo de Estado y la reforma de la Constitución. Y en esos asuntos el PP y PSOE tienen posiciones contrapuestas. La derecha considera que los cambios constitucionales son innecesarios y que hurgar en el modelo autonómico puede conducir a un desmembramiento del Estado español; y los socialdemócratas –junto al resto de partidos de oposición– creen que la Constitución de 1976 requiere ser actualizada.