Pero el euro se revaloriza a más velocidad de lo que el dólar estadounidense se devalúa, y prueba de ello lo vemos al comparar el euro con la libra esterlina que históricamente en Gran Bretaña ha sido la moneda más estable y valorizada frente al dólar de Estados Unidos.

En el Ecuador dolarizado ya nos hemos afectado por el 24% de devaluación del dólar, en menos de un trimestre, aparte de que desde el año 2000 “nuestro” dólar perdió ocho veces su poder adquisitivo dentro del territorio ecuatoriano, debido al encarecedor y cínico “sinceramiento de precios”.

Ante la realidad, persistir en la dolarización no es saludable para la economía global ecuatoriana, y sobre todo para los pobres mayoritarios en nuestra nación. Deberíamos, para bien, tener una moneda propia que se revalorice.

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Juan Gilbert Rizzo
Guayaquil