Los moradores desde hace más de 25 años en la ciudadela Quisquís, vivimos en medio del caos, bullicio, insalubridad e inseguridad, por cuanto en la calle Cuarta se estacionan los buses de transporte público de la línea 42.

La mayoría de los choferes de esos vehículos ocasionan ruido con los pitos y motores encendidos de las unidades, con sus gritos; manejan sin precaución; beben alcohol; haciendo de la zona un lugar insoportable.

Pido que se reubique dicha estación de colectivos en otra parte donde causen menos inconvenientes y peligros ya que en este sector se presenta un congestionado tránsito vehicular y peatonal.

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José Leopoldo Burgos  Andrade
Guayaquil