Los padres que lleven a sus hijas al extranjero para practicarles la ablación (mutilación) del clítoris, afrontarán una pena de catorce años de cárcel en Gran Bretaña, según una nueva ley que entró en vigor hoy en ese país.

La legislación combatirá la práctica de algunas minorías étnicas que gestionan la mutilación genital de sus hijas en viajes de “vacaciones”.

Esa clase de ablación está prohibida por una ley de 1985, pero ahora castigará a quienes la hagan en el exterior.