Caracas amaneció este miércoles en tensa calma tras anunciar el Poder Electoral ayer, martes, que la oposición necesita 619.686 firmas para poder activar un referendo contra el presidente venezolano, Hugo Chávez.
 
En las urbanizaciones de clase media y alta del este de la capital se observaban barricadas, restos de hogueras todavía humeantes y escombros y basura esparcidos por las vías de entrada y salida a esas zonas.
 
En el resto de la ciudad la normalidad era absoluta y no se apreciaban indicios de que se hubiesen realizado actos de protesta contra los resultados preliminares anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), un poder autónomo del Estado.
 
El CNE dijo que la coalición opositora Coordinadora Democrática cuenta con 1.832.493 firmas válidas en favor del referendo y que necesita otras 619.686 para que pueda ser convocado.
 
La Coordinadora tendrá oportunidad de alcanzar ese tope durante las jornadas de ratificación que se celebrarán hacia mediados de mes.
 
En esas jornadas, cerca de un millón de personas podrán confirmar que firmaron para pedir el referendo presidencial.
 
Sin embargo, la Coordinadora rechazó ese mecanismo y exigió que se dé por bueno el millón de firmas y que sólo se descuenten aquellas que sean objetadas expresamente por sus titulares.
 
El oficialismo dijo que aceptar esa propuesta sería convalidar un gran fraude porque, en su criterio, una gran parte del millón de firmas son fantasmas y al no existir quien las objete serían escrutadas como válidas.
 
La decisión del CNE estuvo precedida y seguida de fuertes disturbios en las zonas acomodadas de Caracas y de otras ciudades del interior del país, en los que se han registrado media docena de muertos y al menos 50 heridos.
 
Portavoces de la Coordinadora indicaron que seguirán las protestas callejeras, que han ocasionado enormes pérdidas materiales en los municipios del Este caraqueño, gobernado por alcaldes de oposición, quienes han anunciado que no tomarán medidas para impedir que la gente se manifiesta en la calle.