Todavía no hay un estudio definitivo de la Comisión Técnica Binacional creada para investigar el tema.

Pese a que las fumigaciones de cultivos ilícitos se suspendieron en Colombia en noviembre pasado, aproximadamente 350 habitantes de cuatro recintos ecuatorianos fronterizos denunciaron a la Comisión de Derechos Humanos del Congreso y a la Comisión Técnica Científica de la Cancillería, que el glifosato utilizado contra los cultivos ilegales de coca causa problemas a su salud.

Varios niños del recinto Puerto Nuevo, ubicado a tres horas de Nueva Loja, tienen grandes forúnculos en el cuerpo y la cabeza que no fueron tratados por la falta de servicios básicos y de un dispensario médico cercano.

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En Puerto Nuevo, Teresa Loor indicó que su hijo Paúl Rivera, de 2 años, falleció hace pocos meses en un hospital de Quito, con fiebre y diarrea.

Arturo Meztanza, habitante y fundador de Puerto Meztanza, es otro de los afectados por las fumigaciones para controlar los cultivos de coca y amapola.

Aseguró que perdió 40 hectáreas de caña y banano; y por eso planteó un juicio al Estado por 600 mil dólares.

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Homero Portilla, del caserío Corazón Orense, es agricultor y desde hace dos años no puede trabajar su tierra debido a la comezón producida edemas y ampollas en todo el cuerpo que, según aseguró, le brotaron a raíz de las fumigaciones de cultivos ilícitos.

Tres días les tomó a los diputados María Augusta Rivas y José Chica (PRE), Kenneth Carrera (Prian) y Julio González (Pachakutik), miembros de la Comisión legislativa, recorrer los recintos Puerto Nuevo, Puerto Meztanza, Corazón Orense y Santa Marianita, situados en distintos puntos de la ribera del río San Miguel, en la frontera con Colombia.

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Rubén Tamayo, Edwin Cáceres y Gustavo Bernal, miembros de la Comisión Técnica Científica creada por la Cancillería, acompañaron a la delegación para recoger evidencias y testimonios que den cuenta de que los efectos denunciados pueden ser atribuibles al glifosato.

No obstante, un estudio que realizó el médico tropicalista Adolfo Maldonado, desde el inicio de las fumigaciones en el año 2000, evidencia que los habitantes de esta zona sufren problemas respiratorios, dermatológicos y digestivos.

El documento incluye un estudio de suelos y un análisis comparativo, efectuado en julio del 2003, entre 22 mujeres expuestas al químico, en el que se determinó daños genéticos en el 36% de sus células, abortos y malformaciones.

Fiscalizar el trabajo de la Comisión Técnica de la Cancillería, exigir al canciller Patricio Zuquilanda la renegociación del Plan Colombia y presentar un informe sobre la situación en la frontera norte son algunas de las conclusiones a las que llegó la Comisión del Congreso.

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COMISIÓN
REUNIONES
La Comisión Técnica Binacional (CTB) que analiza el impacto de las aspersiones en la frontera ecuatoriano-colombiana se ha reunido dos veces: una en Bogotá y otra en Quito.

La próxima semana está previsto que los delegados ecuatorianos realicen un recorrido por la zona supuestamente afectada. La tercera reunión se realizará en Quito, en una fecha aún no determinada.

INFORME
El vicecanciller Edwin Johnson señaló que todavía no hay un estudio definitivo sobre las fumigaciones. Existe un informe preliminar, entregado por Colombia en la primera cita de la CTB, cuya conclusión es que, aparentemente no hay afectación en pobladores, animales y vegetación de la zona. Ese documento está basado en otros estudios realizados en Estados Unidos y Colombia.