Sicouret, quien regresó el domingo pasado de Miami (Estados Unidos), dijo que había contactado a un inversionista oriental para construir 18.000 viviendas en el país, “para la clase extramarginal”.

Aseguró que la deuda que mantiene con el Filanbanco está en proceso de pago.

El ex diputado indicó que la acreencia de 1.320 dólares que menciona la entidad en su listado de deudores perteneció a su difunto padre.

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Para cancelar este valor –según Sicouret– adjuntó tres certificados de pasivos garantizados: dos  emitidos por el Banco del Progreso, por el monto de 1.000 dólares; y otro del Banco de Préstamos por 2.000 dólares. “Estoy enviando 3.000 dólares para pagar una deuda de 1.320”, agregó.

El ex legislador aseguró que acordó con la consultora Thesis (cobradora de las deudas del Filanbanco), que lo declaró garante de la acreencia de la constructora El Manantial, “entregar bienes de mi propiedad para honrar  lo efectuado (por la compañía)”. 

Aseguró que la deuda, en total, asciende a 284.084,13 dólares”, no a 11 millones, como lo señaló el ex superintendente de Bancos, Juan Falconí Puig.

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Sicouret tenía previsto reunirse con el Presidente ayer por la noche, en Quito.

Señaló que “no está peleando el puesto como asesor” y que si no es elegido, visitará a Gutiérrez como su amigo.

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Mientras tanto, el Jefe de Estado dijo ayer que “si él (Sicouret) tiene que cumplir con la justicia debe hacerlo, y si no podría considerarse como uno de mis asesores”.