Al año del incendio del Congreso, el único trabajo concluido es el traslado de las oficinas de los 100 diputados, el área administrativa, archivo-biblioteca y la remoción de escombros.

El traslado de los legisladores costó unos 400 mil dólares y, los estudios para la recuperación del edificio, 150 mil dólares.

La reconstrucción del edificio tiene un valor estimado de seis millones de dólares y se espera que la próxima semana inicien los desembolsos para poder llamar a concurso de ofertas, dijo Fabio Carranco, coordinador del proyecto.

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Las oficinas de los diputados se ubican en seis pisos del Banco Central del Ecuador (BCE) y en el edificio Centenario; el área administrativa, en el edificio Pichincha; las comisiones especializadas están repartidas en el edificio Alameda donde también está archivo-biblioteca.

El edificio del Congreso fue diseñado hace 45 años para 60 oficinas, pero con el proceso de desarrollo de la administración del Congreso y el incremento del número de legisladores se improvisaron 100 oficinas, con una circulación de mil personas al día, ocupando los espacios destinados a circulación como corredores y mezzanines, hasta llegar al hacinamiento.

Luego del incendio se hizo una evaluación y el Parlamento cuenta al momento con 18 mil metros cuadrados de edificación, pero demanda 35 mil, para ubicar la administración, oficinas de diputados y el pleno.

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Al problema de espacio se sumó el hecho de que el edificio no puede ser modificado en su estructura, porque está dentro del inventario de arquitectura del Municipio Metropolitano de Quito.

La propuesta administrativa fue recuperar el edificio para establecer el uso principal que tiene el Congreso: la Presidencia, vicepresidencias, el salón del pleno, las 18 comisiones, archivo-biblioteca en tres niveles, la sala de prensa, el museo, la escolta legislativa y un área de parqueo.

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Las oficinas de los cien legisladores serán parte de un nuevo proyecto para lo cual se espera expropiar un terreno junto a la Contraloría del Estado y su construcción demorará un año. Mientras tanto, los diputados seguirán funcionando en el BCE y las sesiones serán en el pleno.