Con mucho asombro me he fijado que ya no existe la seguridad de que antes había implementado la Municipalidad en los pasos a desniveles.

Tengo una cafetería en la ciudadela Nueva Kennedy, zona donde anteriormente contábamos con la vigilancia de los guardias que estaban debajo del paso a desnivel, el cual era lugar de “residencia” de los niños de la calle conocidos como “gomeros”.

Pero la falta de guardias ha hecho que esos jóvenes, algunos malhechores, se hayan vuelto a tomar el paso a desnivel y entren a todos los locales que están en los alrededores, “obligándonos” a darles una “ayudita”.

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Como no hay seguridad para los locales comerciales, pido la presencia de policías municipales en dicho sitio, y que nuevamente se desaloje. 

Gisela Mateo de Fuentes
Guayaquil

Por noticias periodísticas se conoce que los vehículos de transporte interprovincial son asaltados, y llevan ladrones en su interior pese a  las revisiones que se efectúa a cada persona que va a viajar.

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Considero que para precautelar la seguridad de los pasajeros, y para que la revisión o el cacheo sea completo -sobre todo a los varones- lo deberían efectuar los ayudantes de cada vehículo.

Martha Vernaza de Henriques
Manta


La inseguridad en Ecuador se detendría si el mandatario, conjuntamente con las Fuerzas Armadas y la colaboración ciudadana, trabajaran en comités barriales para exterminar la delincuencia.

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Se necesita que las autoridades eduquen con sus ejemplos de moralidad a la población, sobre nuestro perjuicio internacional de tener la fama de corruptos.

Debemos tomar conciencia que somos parte de un pequeño paraíso, y dar una imagen diferente para que el mundo se entere que Ecuador no es lo que se piensa.
Ojalá los gobiernos incluyan en sus ministerios, poder Judicial, a profesionales honestos, apegados siempre al derecho, la justicia.

Walter Naula Orta
Toronto, Canadá

No se está haciendo nada. En gran parte el problema de la delincuencia se debe a la crisis económica, pero también a que nuestra Policía no la combate.

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Ecuador se está convirtiendo en un país de alta peligrosidad, ya nadie está seguro en ningún lugar, y nuestras autoridades se hacen de oídos sordos ante las peticiones de la ciudadanía de que paren este problema. Pido a los mandatarios y Policía que organicen un verdadero plan antidelincuencial, pues esta puede llegar a situaciones inimaginables, si es que ya no se nos ha ido de las manos.

Ing. Julio César Ubilla Zerega
Guadalajara, México