El camal no cumple disposiciones sanitarias. Tampoco hay alcantarillado. Basura que obstaculiza los canales abiertos de desagüe, botellas, fundas llenas de desperdicios tiradas en las esquinas y locales desocupados que sirven de refugio a las ratas es lo que se puede observar en la sección de mariscos en las tardes, luego de que cesan las actividades de los comerciantes del mercado municipal Pedro Pascual Mite, mientras una nube de moscas se levanta al paso de las personas.

Alejandro Suárez, síndico de la Asociación de Comerciantes Minoristas del mercado de Playas, en un texto que contiene doce puntos, reseñó al Municipio los problemas de salubridad que tiene el recinto comercial, que el comisionado de vía pública, concejal William Apolinario, les ha prometido solucionar, tras reuniones sostenidas con el edil.

Pero el problema también es con los productos que entran. La carne, por ejemplo, no se sabe qué proceso tiene en su faenamiento ya que el actual camal no reúne las condiciones higiénicas del caso, por lo que exigen la presencia de un veterinario.

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Los desechos sólidos y líquidos de los animales faenados se arrojan junto al camal. En las instalaciones tampoco hay alcantarillado. Rosa Holguín Cañarte, junto a otros moradores del barrio que colinda con la plaza de abastos, piden que se clausure el camal clandestino que hay frente a su casa, diagonal a la parte de atrás del mercado.

Tampoco existe control en los productos de primera necesidad que a veces no están aptos para el consumo, según denunciaron los vecinos.

Otras faltas
La fumigación, desratización, pintada y ordenamiento en el estacionamiento de los carros de carga son otras de las prioridades que los comerciantes le piden solución al Municipio.

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Algunos habitantes también solicitan que se concluya con la construcción de los servicios higiénicos, y la reubicación de los vendedores de frituras que en las noches se ponen a tomar y hacen escándalos en la vía pública.

El pasado miércoles, varios comerciantes de este centro de abastos limpiaron  la sección de mariscos observados por los guardias del mercado.