El papa Juan Pablo II llamó el sábado a las autoridades a dejar de aprobar matrimonios homosexuales, diciendo que éstos   degradan la verdadera esencia del matrimonio, entre un hombre y una mujer. 
 
Es la segunda vez en apenas una semana en que el sumo pontífice menciona el asunto, que está en los titulares en Estados Unidos, donde parejas homosexuales se están casando en ciudades como San Francisco, California, y New Paltz, Nueva York. 
 
El viernes, la corte suprema californiana se negó a suspender inmediatamente los matrimonios homosexuales en San Francisco y anular los ya celebrados. 
 
Unas 3.400 parejas se han casado ya en esas ceremonias. 
 
Juan Pablo II dijo que una familia basada en el matrimonio entre un hombre y una mujer es un pilar de la sociedad con derechos y deberes correspondientes. 
 
Este es un tiempo en el que no faltan intentos por reducir el matrimonio a un mero contrato individual, dijo el papa. 
 
El prelado llamó a todas las autoridades públicas, particularmente las católicas, a dejar de aprobar esas leyes, diciendo que no deberían contribuir a legislaciones contrarias a   las normas primarias y esenciales que rigen la vida moral. 
 
Las autoridades deberían, en lugar de ello, proteger leyes que favorezcan a la familia   sabiendo que promueven con ello un desarrollo social que es justo, estable y prometedor, dijo. 
 
El papa hizo los comentarios mientras el nuevo embajador argentino ante la Santa Sede presentaba sus cartas credenciales. En el 2002, Buenos Aires aprobó una ley que extendió ciertos derechos cívicos como seguro de salud y pensión a parejas homosexuales.