Las personas que salen de hacer compras del mall se desplazan por una vereda angosta en la avenida Tanca Marengo, que a la vez es lugar de espera para tomar taxis, y sitio de vendedores, por lo tanto hay que bajarse a la calzada para circular con el riesgo de ser arrollado por un vehículo.

Además, muchos clientes deben cruzar dicha peligrosa avenida.

Para resolver la situación, la Comisión de Tránsito del Guayas ha puesto solo a un agente; medida insuficiente ya que este debe vigilar los vehículos que salen del centro comercial y los que avanzan por el carril que está controlando, no así la avenida Tanca Marengo donde, ante la necesidad de cruzarla, los peatones hacen una parada peligrosa en el bordillo de división de la vía, en espera de poder atravesarla a toda carrera.

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Ya han ocurrido atropellos y muertes por eso, pero las noticias no han trascendido.
No hay un andén para tomar los colectivos que pasan por ahí; los usuarios lo hacen en la curva que lleva a La Garzota (eso no es un andén).

A cien metros del complejo, en dicha avenida, existe una zona de parqueo de colectivos sin techo ni asientos para los usuarios.

Cuando se contruyan centros comerciales modernos, dignos de la ciudad, deben incluirse mecanismos y zonas para salvaguardar la integridad física de los seres humanos, es decir, de los clientes de esos malls.

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Eco. Eduardo Villavicencio L.
Guayaquil