El descontrol se apoderó de Puerto Príncipe  y los habitantes más pobres saquearon el puerto ayer.

Partidarios armados del presidente Jean Bertrand Aristide ocuparon durante las últimas 72 horas varias comisarías de Puerto Príncipe y provincias haitianas, dijeron fuentes policiales y periodísticas.

El gobierno del presidente Jean Bertrand Aristide guarda silencio ante el caos y la violencia que vive Haití, mientras los sectores políticos expresan inquietud por la situación de un país cada día más aislado internacionalmente.

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Mientras Francia declaraba a representantes del gobierno haitiano su petición para que Aristide renuncie, la ciudad de Puerto Príncipe se hallaba ayer sometida a la voluntad de hordas de civiles fuertemente armadas que han sembrado el pánico entre la población.

Al menos una decena de muertos, saqueos generalizados y descontrol absoluto hubo ayer en la capital haitiana, mientras una situación de tensión y violencia se vive en varias ciudades de Haití.

Partidarios armados del presidente ocuparon durante las últimas 72 horas varias comisarías de Puerto Príncipe y provincias haitianas, según fuentes policiales.

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Otro grupo extremista que apoya al Mandatario secuestró autos y robó a los automovilistas en bloqueos de caminos en la capital.

Mientras Cayes, tercera ciudad de Haití, fue recuperada ayer por fuerzas leales a Aristide, tras haber sido tomada la víspera por insurgentes armados, los rebeldes tomaron el pueblo Mirebalais, una importante localidad camino hacia Puerto Príncipe, donde liberaron a unos 67 prisioneros.

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Mirebalais es un sitio estratégico que conduce al oeste hacia la ciudad de St. Marc, controlada por el gobierno y ubicada al sur de la capital; al este hacia la República Dominicana, y al norte hacia el territorio donde los rebeldes han perseguido a policías en varias poblaciones.

La insurrección que ensangrienta al país ha unido a los antiguos aliados del gobernante y a los adversarios suyos, bajo el único lema de poner fin a su presidencia.

El Frente de Liberación y Reconstrucción Nacional,  un grupo armado que se hizo con el control de gran parte del país, pide la dimisión de Aristide y lo culpa de estar detrás del asesinato de su antiguo líder, Amiot Metayer, cuyo cadáver apareció tiroteado el 23 de septiembre del 2003.

Metayer, una figura de la resistencia popular en Haití, participó en el derrocamiento del actual mandatario en 1991. Desde el 15 de febrero se unieron al grupo el ex comisario de policía, Guy Philippe (jefe de la rebelión), y el dirigente paramilitar Louis-Jodel Chamblain. Ambos vivían exiliados en República Dominicana.
Pedido de EE.UU.

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El gobierno de EE.UU., a través de su embajada en Puerto Príncipe, exhortó a los partidarios de Aristide a cesar la violencia, y a los rebeldes, a detener su avance.

Helicópteros de la Fuerza Aérea dominicana  evacuaron anoche a su personal diplomático de la embajada ubicada en Puerto Príncipe y a los taiwaneses residentes en Haití y se dirigieron a Santo Domingo.

531 haitianos
serán repatriados por los EE.UU. Los habitantes de la isla fueron interceptados por la Guardia Costera norteamericana, según Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado.

2 aerolíneas
han suspendido vuelos hacia Haití, ayer. Caribair, que volaba desde República Dominicana y American Airlines, que canceló hasta el 3 de marzo próximo sus operaciones en ese país.

2.200 infantes
de Marina de EE.UU. están a la espera de una decisión del Pentágono para su salida hacia las costas haitianas, según la cadena CNN. Además, los acompañarían tres buques.