Según Marco Reinoso, de la Defensa Civil, no se evitan los asentamientos en zonas vulnerables.

Hace tres años, Roberth Cahuano y su familia se cambiaron desde el centro de la ciudad al barrio suburbano Viviendas Populares, en la ribera del canal El Macho en busca de un mejor lugar para vivir; sin embargo ese lugar se convirtió en su peor pesadilla, pues allí sufrieron su primera inundación.

“Fue una sorpresa”, se lamenta Cahuano, porque no sabía que esta parte de la ciudad de Machala era vulnerable a las inundaciones en el invierno. Esta ciudadela, al igual que seis grandes lotizaciones del sector norte sufren como consecuencia del desbordamiento del canal colindante, denominado El Macho.

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Según informe de la Dirección de Bienestar Social remitido a la Dirección de Planeamiento de Seguridad para el Desarrollo (Diplasede), en Machala son inundables un total de trece barrios suburbanos, ubicados en el norte, este y noroeste.

En la provincia hay 79 barrios de alto riesgo, en la periferia de los cantones El Guabo, Pasaje, Santa Rosa, Arenillas y Huaquillas, donde viven 4.997 familias, según el informe.

En cada fenómeno de El Niño o un invierno fuerte se anegan los 30 barrios ribereños de Santa Rosa y los vecinos del canal El Macho, en Machala.

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Marco Reinoso, coordinador provincial de la Defensa Civil, anotó que en El Niño de 1997-98 se afectaron 1.000 casas en la provincia.

Agrega que en las ciudades, lo ideal sería reducir o eliminar el riesgo o prevenirlo con planificación para el desarrollo, con obras diseñadas para resistir situaciones adversas.

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Los municipios, por ejemplo -dijo Reinoso- deberían establecer mapas de riesgo para evacuaciones y en prevención de nuevos asentamientos poblacionales en áreas de peligro. “Así se ahorrarían grandes gastos en adecuaciones de albergues y evacuación, incluso reubicaciones de las familias en riesgo”.

Temor
Pese a que no hay graves inundaciones en este año, el temor persiste en las barriadas vulnerables de Machala.

“A una de las familias junto al canal se le ahogó una niñita en un invierno fuerte, la arrastró la correntada del canal”, cuenta Mariana de Chanuay, desde su tienda en el sector de Viviendas Populares.

No desean ir a los albergues por el temor de que su casa quede sin cuidado y le roben sus bienes, añade Germán Chanuay, esposo de Mariana.

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Aunque Martha Cevallos, moradora de la zona, manifestó que aún no se ha emitido un comunicado de las entidades de socorro para asistir a los albergues en caso de que la situación lo amerite.

En el caso del canal El Macho, según sugirió Reinoso, se debe construir un malecón, que a más de evitar los desbordamientos, facilitaría la limpieza del canal, obra que hoy es impedida por los asentamientos en las riberas.