En junio concluirán los trabajos de este sitio de recreación, situado en las orillas del río Portoviejo.

Los trabajos de la segunda etapa del parque ecológico Puerto Mamey, en la capital manabita, se iniciaron hace varios días y estos forman parte de la obra que efectuó hace dos años  el Consejo Provincial de Manabí.

En esta segunda etapa se ha considerado una plaza con áreas verdes, instalación de cerámica en el piso, cerramiento; cerca de este lugar se construirá un ágora donde se presentarán espectáculos culturales y un patio de comidas para 300 personas.

Publicidad

Se realizan actualmente los trabajos de cambio de suelo y se prevé que la obra debe estar terminada en junio.

Eduardo Alcívar, jefe de la Unidad de Medio Ambiente del Consejo Provincial de Manabí, explicó que dentro de esta segunda etapa también se ha considerado la instalación de juegos infantiles, construidos con materiales típicos de la zona, un Puesto de Auxilio Inmediato (PAI), remodelación de la capilla del sector y la siembra de árboles en peligro de extinción en las orillas del río Portoviejo, como son el guachapelí, tulipán, samán, algarrobo y otros.

“El parque Mamey tiene como objetivo la recuperación paisajística y ambiental de las riberas del río Portoviejo y que sea un sitio de recreación de las familias de la ciudad”, afirmó.

Publicidad

Los trabajos de esta segunda etapa tienen un costo aproximado de un millón de dólares, ya que se ha considerado que existe mayor arquitectura que en la primera etapa.

El parque ecológico Mamey, ubicado en la parroquia Andrés de Vera de Portoviejo, ocupa cerca de 6,7 hectáreas, de las que la primera etapa es de 3,7 hectáreas.

Publicidad

En este parque es común observar a familias practicar diversos deportes, caminar o simplemente departir entre ellos.

José Palma Peña, presidente provisional de la Fundación Puerto Mamey, señala que este parque es el único pulmón que tiene el área urbana de Portoviejo y por eso llegan hasta el sector muchas personas que viven en otros sectores de la capital manabita.

“Antes nadie venía por aquí, pero desde que el parque fue construido, tanto en las mañanas como en las noches se observan a muchas personas. Esto ha contribuido a mejorar las condiciones de vida de las familias del sector”, afirmó.

Desde que el parque fue abierto al público, en este lugar se realiza el festival de la Bajada de las Balsas, del cual participan muchas personas que vienen desde Santa Ana hasta Portoviejo, para rendir homenaje al río, que era la vía por donde se traían los productos que se producían en el campo.

Publicidad