El Gobierno llegó este viernes a un acuerdo con un grupo de pescadores artesanales de las islas de Galápagos, Patrimonio Natural de la Humanidad, para que levanten un paro iniciado el pasado 19 de febrero, que estaba afectando al turismo.
Representantes de los pescadores, que exigen la derogación de un reglamento para sus faenas en la reserva marina de Galápagos, suscribieron un acuerdo con el ministro de Ambiente, César Narváez, quien trasladó a la zona insular para dialogar con los manifestantes.
El reglamento cuestionado por los pescadores impone restricciones a algunos mecanismos de pesca, con miras a proteger la biodiversidad de la reserva de Galápagos, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco.
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El acuerdo, según una portavoz del ministerio de Ambiente, establece que los pedidos de los pescadores artesanales serán analizados, con miras a ser tomados en cuenta para eventuales modificaciones del reglamento.
La protesta había impedido el ingreso no sólo de turistas, sino también de personal a la estación científica Charles Darwin, en la isla Santa Cruz.
Esa estación alberga a las denominadas galapagueras , áreas de reproducción de las gigantescas tortugas galápagos que habitan las islas y que dan el nombre a la provincia insular, ubicada a unos 1.000 km frente a la costa continental de Ecuador.
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El sector turístico se quejó por las consecuencias que sufrió, como pérdidas económicas, por el paro de los pescadores.
El archipiélago, donde hay fauna y flora únicas en el mundo, atrae a miles de paseantes extranjeros y sirvió de laboratorio natural al científico Charles Darwin para concebir su teoría sobre la evolución de las especies.