¿Piensan que creando una fuerza del orden paralela a la Policía Nacional se va a detener la delincuencia?

¡Están equivocados!

Solo fortaleciendo a la Policía Nacional, los resultados serán favorables a la sociedad para el convivir civilizado.

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Tenemos que brindarle todo el apoyo a la Policía Nacional, así dijeron en sendos comunicados los que ahora pregonan dicha creación.

Si tan solo miramos  a la Comisión de Tránsito del Guayas (CTG), tenemos una idea clara de cómo se manejan las instituciones autónomas locales. ¿Quién no ha sido víctima del chantaje de ciertos agentes?

¿O no recordamos el sistema Ojos de Águila con el que nos vendieron la idea de que serviría para aplacar el alto índice delictivo?

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Ecuatorianos, recordemos que solo podemos ser fuertes si estamos juntos, fortaleciendo a las instituciones; solo así sobreviviremos.

Peter Velasteguí Castañeda
Guayaquil

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En Guayaquil existen delincuentes en motos; el uno maneja y el otro va atrás y portando armas en las mochilas que cargan. De ese modo, asaltan diariamente a quienes les da la gana, sin importarles la condición de edad ni sexo.

Ya es tiempo que la Policía Nacional efectúe operativos contra los motociclistas que cargan mochilas, que con toda seguridad encontrarán en el interior de estas armas de fuego y otras, a fin de que sean detenidos. No debe suceder lo que suele ocurrir en muchos casos: que se les decomisa el arma y nada más.

Esta es una de las formas con las que se puede parar la delincuencia en motos.

Ab. Jorge Torres R.
Guayaquil
 
He visto en repetidas ocasiones por la televisión, cómo regresan nuestros compatriotas que se han embarcado en busca de una mejor vida para sus hijos, ya que nuestro país no les ha dado esa oportunidad.

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He visto también con preocupación cómo en nuestras fronteras sur y norte, se filtran colombianos, peruanos y demás ciudadanos del mundo en general, cuyo récord policial no es algo de lo que puedan honrarse.

Gran porcentaje de esos visitantes no vienen a hacer turismo, ni a contribuir con el desarrollo de este país desgarrado por la corrupción y la delincuencia nacional e importada.

Cuando los ecuatorianos vamos a Europa o al norte de nuestro continente, somos víctimas de discriminación y hacemos el trabajo que nadie quiere realizar por unas cuantas monedas.

Basta ver las noticias periodísticas para darnos cuenta de que el protagonismo delincuencial es compartido entre propios y extraños, sin que las autoridades de migración tomen cartas en el asunto y comiencen a hacer controles y batidas, para deportar a los malos elementos.

Los problemas de los vecinos, son de los vecinos. Si nuestro Gobierno no es capaz de detener esta escalada de la delincuencia, que le dé la oportunidad a los alcaldes de Guayaquil y Quito, de crear policías metropolitanas de migración, para dar más seguridad a estas dos ciudades principalmente afectadas.

Renzo Sánchez Murillo
Guayaquil

Desgraciadamente en Quito es ya espeluznante el incremento de la delincuencia. Los asaltos a mano armada, robo a personas a vehículos, asesinatos, etcétera, son cada día más frecuentes.

Y esto ocurre ante la mirada de la Policía, ante la negligencia de jueces por quienes 1.500 malhechores saldrán a las calles a continuar sus latrocinios, y ante la “ceguera” de autoridades municipales que tratando de tapar el sol con un dedo, se niegan a aceptar esta terrible realidad.

Infelizmente Quito se ha convertido en una ciudad para vivir con miedo.

Dr. Carlos Salvador
Quito