El presidente de EE.UU., George W. Bush, dejó abierta ayer la posibilidad de enviar una fuerza internacional de seguridad a Haití, pero únicamente después de un arreglo político de la crisis que sacude a esta república del Caribe.

Washington envió el pasado lunes unos 50 marines a Puerto Príncipe, pero destacó que eran exclusivamente “para garantizar la seguridad de la embajada estadounidense”.

Richard Boucher, vocero del Departamento de Estado, anunció ayer que EE.UU. realiza intensas consultas en las Naciones Unidas para lograr junto a Francia, Canadá y la Comunidad del Caribe (Caricom), “el envío de una eventual fuerza de seguridad a Haití”.

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República Dominicana y Canadá también anunciaron que enviarán 50 y 9 efectivos militares, respectivamente, a Puerto Príncipe para proteger a sus embajadas. Los dominicanos habían desplazado 3.000 militares en los últimos días para reforzar la frontera con Haití.

Puerto Príncipe se prepara para un posible ataque
Francia negocia paz en Haití
AFP-REUTERS-EFE  | PUERTO PRÍNCIPE, Haití

Insurgentes se tomaron una isla y otra ciudad mientras aumentan riesgos de una crisis humanitaria.

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Francia y EE.UU. multiplicaban ayer los esfuerzos diplomáticos para encontrar una salida pacífica a la crisis de Haití, ante el rechazo de la oposición al presidente Jean-Bertrand Aristide de un plan de paz presentado por una comisión internacional.

Tras el fracaso de Washington en lograr que la oposición haitiana negocie, el canciller francés, Dominique de Villepin, indicó que la iniciativa francesa, de cinco puntos, incluye asistencia internacional para  preparar las elecciones presidenciales, ayuda humanitaria internacional, una misión de observadores de los derechos humanos y compromiso a largo plazo para la reconstrucción del país.

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El vocero opositor, Micha Gaillard, advirtió que “rechazamos cualquier misión de paz que sirva para mantener en el poder a Aristide”.

El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, ordenó la retirada temporal del personal no indispensable de la ONU que realiza tareas humanitarias, y convocó para hoy a una reunión urgente del Consejo de Seguridad.

El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos también llamó para hoy a una nueva sesión, tras el rechazo de la oposición haitiana a su propuesta.

Además el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que el ciclo de violencia en el país caribeño impide que los niños accedan a servicios públicos básicos y en algunos casos incluso amenazan sus vidas.

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Rebeldes avanzan
Las ciudades haitianas caen una tras otra en manos de los rebeldes armados, por lo que la salida del presidente parece inevitable.

Seguidores armados de Aristide levantaron barricadas y saquearon ayer Puerto  Príncipe, al anticipar un ataque de los rebeldes alzados contra el gobierno.

Las aerolíneas Air France y Air Canada cancelaron sus vuelos al país debido a la inseguridad reinante.

El comandante de los casi 5 mil insurgentes, Guy Philippe, anunció que su meta es “liberar Puerto Príncipe” y capturar a Aristide para juzgarlo por “crimen  de alta traición” y advirtió que depondrá las armas si renuncia el presidente.

La oposición armada tomó la noche del lunes al martes,  Port-de-Paix, con alrededor de 120.000 habitantes, y ayer capturó la norteña isla de La Tortuga, que con 50.000 habitantes es un punto estratégico para el comercio con Florida (EE.UU.) y Bahamas, con lo que domina ya cinco de los nueve departamentos del país incluyendo Cap Haitien, segunda ciudad de Haití.

Saint-Marc y Mirebalais, dos ciudades de paso hacia el norte, seguían en control de la policía fiel a Aristide.

Algunos de los rebeldes que combaten para derrocar al jefe de Estado recibieron instrucción militar de sus comandantes en la vecina República Dominicana, indicó el líder rebelde Louis-Jodel Chamblain.

Las dos hijas de Aristide, menores de 10 años, abandonaron ayer el  país hacia EE.UU. en un vuelo comercial, dijeron fuentes diplomáticas.

La Guardia Costera estadounidense interceptó frente a las  costas de Florida un carguero con 28 personas, entre ellos 7 tripulantes y 21 haitianos que buscaban refugio en EE.UU.