Soldados israelíes sacaron millones de dólares de tres bancos palestinos, bajo el argumento de que el dinero sería empleado para causas terroristas. Su gobierno agregó que dispondría de los fondos para mejorar la forma de vida de los palestinos, pero estos denunciaron el acto sin precedentes. 
 
El robo armado de las fuerzas de ocupación fue el encabezado del diario Al-Hayat Al-Jadida, cercano a la Autoridad Palestina, publicado en rojo en su edición del jueves. Un funcionario israelí dijo que la operación fue una "confiscación legal". 
 
El ministro de Finanzas palestino Salam Fayad externó su preocupación de que la acción israelí, realizada todo el miércoles, causara una crisis bancaria, mientras que el primer ministro Ahmed Qureia la comparó con una acción de la mafia. Un funcionario de alto nivel del ejército israelí dijo que policías y soldados confiscaron entre 6,7 y 8,9 millones de dólares. 
 
El Departamento de Estado norteamericano también criticó la acción, señalando que presenta el riesgo de desestabilizar el sistema bancario palestino. El vocero Richard Boucher dijo que sería mejor que Israel coordinara con los palestinos el congelamiento y decomiso de fondos relacionados con acciones terroristas. 
 
La mañana del jueves, dos palestinos abrieron fuego contra el retén fronterizo de Erez, entre Israel y la Franja de Gaza, dando muerte a un israelí en un combate de una hora de duración, antes de ser eliminados a tiros ellos mismos, dijeron las radioemisoras de Israel y un vocero de los colonos judíos del área. 
 
La Brigada de Mártires Al-Aqsa, grupo militante relacionado con el Movimiento Fatá del dirigente palestino Yasser Arafat, se responsabilizó del ataque en un telefonema a The Associated Press en Gaza, confirmando la muerte de los militantes.