El máximo organismo electoral de Venezuela envió a observación miles de planillas con firmas que respaldaron una solicitud de referendo contra el presidente Hugo Chávez, lo que pone en suspenso la consulta pedida por la oposición para poner fin anticipadamente a su mandato.
 
Francisco Carrasquero, presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), anunció el martes por la noche que 148.000 planillas -con capacidad máxima de 10 firmas cada una- quedaron en manos del Comité Técnico Superior para decidir si las rúbricas son válidas o si no irán a reparo, es decir que quienes las suscribieron deberán probarlo ante el organismo.
 
Líderes de la oposición -que acusan a Chávez de ser un dictador en ciernes y de haber llevado el país a la ruina- dicen que consignaron en diciembre ante el CNE unas 3,4 millones de firmas para pedir el referendo revocatorio presidencial, por encima de los 2,4 millones requeridas.
 
El vicepresidente del organismo, Ezequiel Zamora, criticó la decisión tomada por tres de los cinco miembros del directorio: "Aquí hubo un grave golpe que se le da al referendo revocatorio (...) Considero que lo que está sucediendo esta noche en el CNE es muy grave".
 
Zamora, visiblemente molesto con la decisión, dijo al filo de la medianoche que el grueso número de planillas que va a observación y con casi seguridad a reparo "hacen casi ilusorio la realización de un referendo revocatorio".
 
Chávez, quien dice liderar un "revolución" a favor de los pobres desde que llegó al gobierno hace cinco años, sostiene que sus adversarios no consiguieron las firmas suficientes y que el proceso de recolección estuvo plagados de fraudes.
 
"Las planillas de caligrafía similar o de renglones provenientes de una misma persona se encuentran en estado de observación y pasarán al procedimiento de reparo", dijo Carrasquero a la prensa en referencia a lo que se han llamado las "planillas planas".   
 
Planillas de la discordia 
 
El CNE, donde según la oposición algunos de sus funcionarios son proclives al gobierno, está tramitando además unas seis decenas de solicitudes de referendos revocatorios contra diputados tanto oficialistas como opositores.
 
Carrasquero agregó que el miércoles será aprobado el procedimiento de reparo. El organismo ha dicho que el 29 de febrero anunciará si las firmas recogidas son suficientes para activar los diversos referendos, que en el caso del presidencial la oposción quiere celebrar en el primer semestre del año.
 
El funcionario dijo recientemente que cada persona que firmó --a fines del 2003-- debió llenar personalmente las planillas con sus datos como nombre, número de cédula de identidad y fecha de nacimiento, los cuales fueron acompañados por su rúbrica y su huella dactilar.
 
Pero algunos directivos del CNE dicen que el reglamento no establece eso y que es suficiente con la rúbrica y la huella.
 
"Las planillas que van a pasar a observación, no que son nulas como se ha venido diciendo, son las que tienen caligrafía similar o renglones provenientes de una misma persona (...) también las que adolezcan de cualquier irregularidad", dijo Carrasquero.
 
Zamora dijo que estaba disgustado "porque aquí no se están respetando las normas fijadas".
 
"En ninguna parte de las normas se habló nunca del llenado de datos", agregó al afirmar que el Comité Superior Técnico las pasará directamente a reparo, lo que pone un obstáculo al referendo.
 
"Se ha obligado a que sean los electores quienes tengan que probar mediante un reparo que ellos sí fueron los que firmaron", dijo Zamora.
 
Peter DeShazo, un alto funcionario de Departamento de Estado estadounidense, dijo hace pocos días en Caracas que confiaba que los observadores internacionales de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del Centro Carter asegurarían un proceso transparente y justo.