Delirio, una historia de amor y locura que retrata  la vida de los colombianos y su forma de afrontar la violencia cotidiana, le valió ayer el VII Premio Alfaguara de Novela a la escritora colombiana Laura Restrepo, defensora del diálogo y crítica de la política del presidente Álvaro Uribe.

La novela de Restrepo, de 53 años de edad, es la historia de Aguilar, un profesor que a la vuelta de un viaje se encuentra a su mujer, Agustina, completamente enloquecida.

En su intento por saber qué ha ocurrido, este hombre “se da  cuenta de que la conoce muy poco y descubre cosas de su pasado que ni siquiera sospechaba”, explicó la autora en conferencia de prensa telefónica desde Bogotá, poco después del anuncio de su distinción literaria.

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“Es una gran historia de amor” sobre un trasfondo de violencia y narcotráfico, afirmó el presidente del jurado, el premio Nobel portugués José  Saramago, al comentar la historia que se impuso por unanimidad de los jurados entre cinco finalistas.

Delirio es “una obra completa, en la que caben la tragedia y el humor, las pasiones más bajas y los sentimientos más altruistas, la crueldad y la solidaridad”, según el fallo leído por la secretaria del jurado, la española Josefina Aldecoa.

La novela de esta colombiana que ha hecho periodismo y política constituye “un caleidoscopio de la sociedad moderna, centrada en la realidad compleja y exasperada de Colombia”, opinó el jurado, en el que también estaban la guionista mexicana Paz Alicia Garcíadiego, el escritor colombiano Daniel Samper, y el español Javier Cercas.

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Para la autora, la gran novedad del libro es que “Agustina hace parte de los colombianos del montón (...) es gente pacífica.

Agustina más bien padece aquella maquinaria guerrera que acaba arrinconándola” como a muchos  colombianos.

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Firme defensora del diálogo como camino para acabar con la violencia en Colombia, Restrepo opinó que “a largo plazo y en términos estratégicos la  solución es desde luego, una política de negociación, de reconciliación entre los colombianos (...)”.

Colombia –se lamentó la escritora premiada– “se está desangrado por una guerra que tiene apoyo internacional de las políticas del presidente  (estadounidense George W.) Bush”.

La autora de la obra  La isla de la pasión, que en 1983 fue nombrada por el  presidente Belisario Betancur, miembro de la comisión negociadora de paz entre  gobierno y la guerrilla del M-19, criticó el seguidismo del presidente colombiano Álvaro Uribe de las políticas belicistas de Bush.

“El presidente de nuestro país desafortunadamente no ha querido implementar la política de paz que tanto necesitamos”, aseguró la escritora, víctima también de la violencia en su país, que le obligó a vivir exiliada durante cinco años entre México y España hasta 1989 en que regresó a Bogotá.
 

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