El número de víctimas del seísmo, de 6,3 grados en la escala de  Richter, ocurrido este martes en la región de Alhucemas (norte de Marruecos) se eleva a  447 muertos y 250 heridos, según un nuevo balance provisional, comunicado por la agencia oficial MAP.

El anterior balance provisional que el ministro del Interior Mostafá Sahel facilitó poco antes a la  prensa en Alhucemas (noreste de Marruecos), era de 229 muertos y 227 heridos.

La MAP, que no cita ninguna fuente, especifica que entre los heridos "80  permanecen bajo observación médica", lo que significa que se encuentran en  estado grave, y que "siete de los heridos fueron trasladados al hospital  militar Mohamed V de Rabat".

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La agencia agrega que "el número de víctimas aumenta en efecto a medida que  los socorristas avanzan en sus operaciones en las localidades alejadas y de  difícil acceso". 
 
El mayor número de muertos se registra en Imzurem, una ciudad de unos 20.000 habitantes, situada a unos 10 kilómetros al sur de Alhucemas, donde hasta ahora han sido extraídos de los escombros 164 cadáveres y que ha sido declarada ya zona catastrófica.
 
Varios edificios, en su mayoría de tres plantas y con precarios cimientos, se derrumbaron como consecuencia del terremoto, que se registró alrededor de las dos y media de la madrugada y sorprendió a la población mientras dormía.
 
En una de esas viviendas derruidas, los equipos de rescate buscan los restos de tres niños, el mayor de ellos de siete años, mientras que los cuerpos de sus padres ya han sido trasladados al depósito de cadáveres.
 
Algunas autoridades y medios de comunicación locales estiman que, al menos, 60 personas podrían haber muerto en pequeñas aldeas rurales como Ait Kamara, pero no figuran todavía en ese recuento oficial.
 
Se trata de aldeas con casas muy dispersas y construidas en su mayoría de adobe sobre zonas no asfaltadas, en las que viven familias muy numerosas.
 
Los trabajos de desescombro y la búsqueda de cadáveres continúan en las poblaciones afectadas, donde han llegado ya equipos de rescate y medios técnicos procedentes de las principales ciudades de Marruecos.
 
Siete heridos, que presentaban lesiones en la columna vertebral, fueron trasladados en un avión de las Fuerzas Aéreas de Marruecos al hospital militar de Rabat.
 
Los demás heridos están siendo atendidos en los hospitales de Alhucemas y en otros lugares habilitados a tal efecto en las inmediaciones de las zonas afectadas por el seísmo.
 
El rey de Marruecos, Mohamed VI, se ha trasladado a la ciudad norteña de Tánger para poder visitar durante las próximas horas las poblaciones siniestradas, en donde ya se encuentran los ministros del Interior y de Sanidad, Mustafá Sahel y Mohamed Biadillah.
 
En Alhucemas, una ciudad de la costa mediterránea marroquí con más de 100.000 habitantes situada a unos 150 kilómetros de Melilla, el terremoto no causó ningún muerto ni importantes daños materiales.
 
Ninguno de los 81 españoles residentes en Alhucemas figura, en principio, entre las víctimas mortales, según fuentes diplomáticas españolas en Rabat.
 
El seísmo tuvo una magnitud de 6,3 grados en la escala de Richter y el epicentro se localizó a unos 15 kilómetros al suroeste de Alhucemas.
 
El terremoto ha tenido varias réplicas de menor intensidad, entre ellas una de 4,1 grados en la escala de Richter a las 11h04 GMT, que causó escenas de pánico entre la población de las zonas afectadas y que permanecía en las calles ante el temor de que estas sacudidas originaran nuevos derrumbamientos.
 
Este seísmo de la región de Alhucemas es el peor que se recuerda en Marruecos desde 1960, cuando un terremoto destruyó la ciudad costera atlántica de Agadir (suroeste) y dejó alrededor de 12.000 muertos.