“El Departamento de Defensa quiere controlar quién puede hablar con los periodistas que cubren los juicios”, dijo Wendy Patten, directora de campañas en Estados Unidos de Human Rights Watch, una de las organizaciones humanitarias.

Las otras dos son Amnistía Internacional (AI) y Derechos Humanos Primero, y las tres han criticado el encarcelamiento indefinido sin cargos de unas 650 personas en la base militar estadounidense en Cuba, la mayoría de ellas detenidas durante la lucha contra el Talibán y Al Qaeda en Afganistán desde finales del 2001.

El Pentágono negó sus peticiones con el argumento de que “el espacio limitado en el juzgado y otros asuntos logísticos impedirán la presencia de muchos de los que desean observar los procedimientos de los juicios militares”, según una breve carta que envió a las organizaciones.

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