La mayoría de los carnavaleros que juegan públicamente en las calles de la ciudad son niños o menores de edad.

En este caso, la Intendencia de Policía no puede aplicar las sanciones respectivas porque “los menores son inimputables de la ley”, explicó la intendenta Flor María Merino.

La funcionaria aclaró que se sanciona a los padres, porque son los responsables de los actos que cometen sus hijos. El juego de carnaval que afecte a personas extrañas es una contravención de la Policía que se sanciona con uno  hasta siete días de prisión y de 7 a 28 dólares de multa. La Comisaría Quinta atiende las denuncias.